BUENOS AIRES, (Télam).- El actor Carlos Perciavalle, coronado el "Rey del café concert" cuando el género hizo eclosión en los sótanos porteños, festeja sus 50 años con el espectáculo con un nuevo unipersonal, "Yo Carlos II", que presenta todos los jueves en el Faena Hotel (Martha Salotti 445-Puerto Madero).

El 22 de julio de 1956 comenzó la carrera actoral en su Montevideo natal pero fue recién en 1960 que ingresó a la Escuela Nacional de Arte Dramático en Buenos Aires y se instaló decididamente en el gusto de los porteños formando una inolvidable dupla con Antonio Gasalla.

"Cuando estaba en el Conservatorio yo trabajaba a pesar de la absoluta prohibición de que los alumnos lo hicieran antes de recibirse -confesó-, y por eso me cambiaba el nombre por el de Enrique Tornes, como un extraño homenaje a dos de mis profesores: Enrique por Enrique Rima y Tornes invirtiendo las sílabas de 'Néstor' Nocera".

Los cuatro años de Conservatorio marcaron a fuego la formación de Perciavalle aunque su carrera tomó un rumbo inesperado.

"Yo soñaba con ser como Alfredo Alcón, quería ser actor dramático, nunca se me ocurrió que iba a ser un cómico -reveló-. El cómico fue saliendo solo, pero yo hacía muy bien las escenas de 'La Gaviota' de Chejov y de 'Romeo y Julieta' de Shakespeare".

"Lo que pasa es que quiero hacer lo que le gusta al público y, al mismo tiempo, lo que me gusta a mí. Si a la gente le gusta reírse y yo tengo ese don, debo aprovecharlo", reconoció.

En un momento de su carrera, tenía a su disposición la sala del Grand Splendid y Perciavalle se tentó con la posibilidad de protagonizar "Ricardo III" de Shakespeare en la versión de Rafael Squirru, con producción de Lococo.

"Ese proyecto se concretó mucho después con la actuación de Alfredo Alcón -destacó el actor, sin signos de resentimiento- porque al productor le parecía un disparate que un cómico hiciera semejante personaje. Era un

lance muy grande para alguien como él y uno tiene que estar de acuerdo con su productor. No era el momento, pero hice tres temporadas maravillosas en el Splendid con mis espectáculos y continuamos después en el Maipo".

En "Yo Carlos II" Perciavalle pasa revista a sus 50 años de teatro y a una vida con actuaciones en Buenos Aires, Montevideo y Estados Unidos.

"Tuve una vida maravillosa, hice cosas divinas, me ha pasado de todo, me morí y volví a nacer, hice teatro en mi casa, en La Laguna, en un conventillo de la Recova, en el Maipo y en la calle Corrientes, donde acabo de hacer la revista 'Corrientes esquina glamour' con Gerardo Sofovich", enumeró.

Resultó inevitable preguntarle por las distintas vivencias que implican para un actor la actuación en la revista y en el café concert. La respuesta fue inmediata. "En los dos casos lo importante es comunicarse con la gente, estar abierto para recibir y para dar. Da lo mismo que sea un lugar chico o un estadio gigantesco". La clave es la honestidad, la autenticidad y la verdad".