CENTENARIO (ACE).- Una mujer de 38 años denunció que fue recluida dos meses en una clínica psiquiátrico en contra de su voluntad, de donde logró escaparse y contratar un abogado.
Según Ruth Mercau, si no hubiera logrado escaparse de la tutela de las terapeutas e introducirse en un estudio jurídico, aún permanecería internada.
"No hay en el expediente ningún dictamen de un médico forense o de parte de un perito judicial que indique que la mujer debió ser internada; una juez ordenó internarla según el comentario telefónico de un psiquiatra de la misma clínica en la que querían internarla y luego permaneció allí dos meses en contra de su voluntad hasta que logró escaparse y pedir ayuda a alguien para que la sacara", dijo el abogado Luis Sánchez.
Por su parte, el psiquiatra de la clínica Centenario que solicitó la internación de la mujer, Héctor Sztainberg criticó que la paciente fue externada el 2 de junio sin que otro informe médico se contrapusiera al suyo para dar de alta a la mujer.
Según explicó Sánchez, la titular del Juzgado Nº4 de familia, Fabiana Vasvari, ordenó la "internación compulsiva" de Ruth Mercau el 10 de abril pasado a pedido del hijo de la mujer -que trabaja en la clínica Centenario- en base a un dictamen del médico Sztainberg.
El abogado aseguró que no existió justificación médica (fuera de la indicación del mismo médico de la clínica) que explique "por qué se la privó de su libertad sin el dictamen de un forense que no fuera el del propio médico que la quiere internar"; al tiempo que se preguntó si el ingreso mensual que aporta la provincia a la clínica por cada paciente que permanece internado pudiera ser el justificativo de la presunta maniobra.
Desde la clínica privada se negaron las especulaciones económicas y se aseguró que toda internación es realizada sólo a demanda de la Subsecretaría de Salud de la provincia y en conformidad con el Servicio de Salud Mental del hospital Castro Rendón.
En el informe emitido por esa área hospitalaria del 11 de abril, se indicó que la mujer fue traída a la guardia con una orden de internación emitida por el juzgado 4; y que si bien el examen no evidenció patologías psiquiátricas, se cumplió con la orden judicial y se la derivó a Centenario por carecer de camas el servicio en el Castro Rendón.
"Se dejó sin efecto"
De acuerdo a lo informado por la oficina de prensa del Superior Tribunal de Justicia, la decisión de la jueza de internarla se realizó porque lo solicitó un familiar que acreditó la necesidad de una reclusión compulsiva con un certificado médico; y que luego se decidió dejar sin efecto la medida "por el informe médico del hospital que dice que no tenía los problemas psiquiátricos", esgrimidos cuando se decidió la internación.
Pero no se explicó por qué se mantuvo a la mujer en el centro psiquiátrico hasta el 2 de junio si el informe de Salud Mental del hospital público databa del 11 de abril.
Para el psiquiatra Sztainberg, "una jueza y un abogado hicieron ejercicio ilegal de la medicina", por externar a la paciente con una orden judicial "y sin que mediara un dictamen de un especialista que diga que la mujer no es un peligro para si misma y para terceros, como sostengo", insistió.
Según describió Ruth Mercau, fue internada porque su hijo de 22 años, que trabaja en la clínica Centenario, se lo solicitó al psiquiatra de ese mismo establecimiento luego de varias discusiones con él.
Describió que mientras estuvo en la clínica debió convivir con pacientes con serias alteraciones y con jóvenes con problemas judiciales debido a sus adicciones, al tiempo que criticó que durante dos meses fue obligada a tomar medicación que le provocaron trastornos hormonales.
Mercau dijo que en ese tiempo se le permitió salir en cinco oportunidades en compañía de una terapeuta, y que el miércoles pasado y ante el descuido de la acompañante, ingresó al primer estudio jurídico que encontró y "busqué un abogado para que me sacara".
El abogado indicó que el mecanismo de internación era conocido por el psiquiatra de la institución, razón por la cual sabía que si se requería la internación a través del Castro Rendón, por falta de camas la paciente iba a ser derivada hacia la clínica.
"Si esto fuera normal, cualquier médico tendría el poder de mandar a internar a cualquier persona", criticó ayer el abogado.