ROCA (AR).- Los alumnos de la escuela rural 155 "Andrés Bustelo" de esta ciudad, llevan un año sin poder participar de un proyecto pedagógico institucional que se basa en la parquización de media hectárea del predio de la escuela, debido a los dos robos de implementos técnicos que sufrieron.
En junio del año pasado, varios delincuentes ingresaron al anexo del edificio del establecimiento y sustrajeron varias herramientas de trabajo como palas y asadas. En tanto, en enero de este año la comunidad escolar fue víctima de otro robo, pero en esta oportunidad les sacaron el motor de la bomba de agua - con la que regaban todos los días las plantas -, y el cable trifásico, dejando trunca la participación de más de 200 niños en las tareas de parquización.
Los dos hurtos se produjeron luego que los ladrones forcejearon la entrada de una casilla ubicada al lado del depósito de la escuela.
Las denuncias pertinentes "se realizaron rápidamente", al igual que desde la dirección del establecimiento cumplimentaron toda "la documentación que se exige desde la aseguradora Horizonte, entre ellos la lista de elementos robados, la exposición policial del hurto, dos presupuestos y el inventario patrimonial" para la restitución de los elementos, contó Andrea Copello, directora de la escuela ubicada en barrio Mosconi de Roca.
Con el pasar del tiempo, paulatinamente se fueron secando uno a uno los árboles que "los chicos plantaron y mantuvieron con tanto esfuerzo" , es así que ya suman siete los ejemplares sin vida que llevaban más de once años de cuidado constante.
Mientras tanto, los docentes y alumnos involucrados siguen a la espera de una solución a pesar de que la directora interpeló varias veces a los referentes de la Supervisión de Nivel Inicial y Medio, también a Marta Dousdebes, delegada del Consejo Provincial de Educación (CPE) del Alto Valle Este para que intervinieran en el conflicto; y además apoyaran la idea "de unificar los dos edificios que tiene la escuela" a través de la construcción de un techo, que evitaría los riesgos que implica que los alumnos se trasladen de un lugar a otro para acceder a la cocina, y también posibilitaría la habilitación de una sala de jardín de infantes y la instalación de un laboratorio de ciencias.
"Ante una situación de robo, se realiza un trámite administrativo que consiste en iniciar un sumario al director del establecimiento para determinar las responsabilidades en el incidente, y comenzar así la investigación del hecho", informó Ricardo Berros, secretario general de la Unter y añadió que "son raros los casos en los que la aseguradora devuelve los materiales sustraídos, aunque deberían restituirlos a la brevedad, porque siempre coartan el aprendizaje de los alumnos".
Este diario consultó ayer a la sede de la empresa aseguradora en Viedma sobre el estado del caso denunciado por Andrea Copello, a lo que un empleado -que no quiso identificarse- respondió que "los contratos que realizamos con el CPE por los seguros de siniestros y robos, son confidenciales", y se negó a informar sobre la situación.