Rafael Nadal, campeón vigente de Roland Garros, suma un record de 58 victorias consecutivas sobre polvo de ladrillo, lo que le confiere la clara etiqueta de favorito en su duelo de hoy ante Iván Ljubicic.
Con humildad y su inigualable potencia, Nadal pretende marcar una época en la superficie y el Abierto de París se trata del máximo torneo que se juega en arcilla.
Descansado por el abandono de su rival en cuartos de final (el serbio Novak Djokovic), el imparable Nadal se toma la responsabilidad de ser "banca" con calma.
"Vuelvo a estar semifinales. Hice una temporada de tierra prácticamente inmejorable. Pase lo que pase, soy consciente que habré hecho un buen torneo aquí", aseguró.
En tanto que el croata Ljubicic jugará hoy ante el mallorquín su primera semifinal de Grand Slam.
Ganador del Master Series de Madrid el año pasado y del título más importante en la historia de su país con la Copa Davis 2005 como jugador-entrenador, Ljubicic parece haber encontrado una madurez en su juego e irá por el batacazo a pura potencia, ante otro guerrero como lo es Nadal.
"No me impresiona esa racha que tiene en la superficie. Quiero aclarar, los resultados son fantásticos. Pero hubo muchos momentos en los que estuvo a punto de perder, y sucederá algún día. Yo creo que puedo hacerlo", señaló el croata.
Para los supersticiosos, éste podría ser el torneo de Ljubicic, porque hace 21 años, Mats Wilander ganó el preciado trofeo siendo el cuarto preclasificado.