Carmen Saavedra
El agradecimiento a la solidaridad

adelcar007@hotmail.com

Neuquén, 10 de marzo de 2004

 
   
     
 

Revisando páginas al azar, mientras buscaba posibiliadades de contacto con el Doctor Mantilaro, de Neuquén, "Coco" como le llaman cariñosamente, encontré una carta en su edición de fecha 20 de julio del 2003, de una lectora neuquina de nombre Matilde Monteverde.- y aunque ha pasado mucho tiempo, al parecer es tarde, nunca lo és para mi si puedo tener la oportunidad de agradecer por este medio tanto bien que recibí de este gran hombre, que por lo que leí en la nota ya está jubilado y al lado de su esposa Brasa. Tuve el gusto de conocerlos cuando me vi en situaciones muy adversas, debido a una emigración que debí hacer a esas tierras luego que mi marido de entonces y yo estando recién casados (año '83) y con un pequeño de pocos meses de vida llegamos a tener amparo en unas cabañas de tránsito" que estaban bajo la administración de este señor...el cual personalmente me ayudó mucho moralmente para levantar cabeza en momentos muy dificiles de mi vida, y salimos de allí bajo sus generosos cuidados luego de un invierno recuerdo muy cruel, pero que él se encargaba de hacerlo bello con dedicación y esfuerzo...

Es mi deseo, que sepan todos, que así como yo agradezco a través de estas líneas sin duda hay muchos chilenos que están grandemente agradecidos por la solidaridad del pueblo argentino, y esto ahora nos hermana porque aquí por esas vueltas de la vida estamos ayudando a hermanos argentinos a levantar vuelo y salir adelante...Gracias a todos por esta oportunidad, en especial al DOCTOR MANTILARO y su familia que en mi corazón llevo como un sello de humildad...sería maravilloso poder lograr un día contactarme en forma directa para contarle cómo fue de fantástica mi vida hasta hoy entre grandes dolores y que vea que aprendí mucho de él y de la solidaridad del país hermano.

Gracias.
Mi nombre es Carmen Saavedra y ruego a ustedes, pudieran hacer posible que él leyera esta nota...aunque quizas entre tantos chilenos que estuvieron en su refugio, no creo que se acuerde de mi, veamos qué tal está su memoria, díganle que yo tocaba guitarra a sus hijitos al lado de la chimenea, y una noche de nevazón llegué de noche muy tarde a tocar su puerta con un horrible dolor de muelas y él se levantó en medio de la nieve, alistó su camioneta y me llevó al hospital que me la sacaran a pesar de haber tenido una dura jornada durante esos días. Por eso y muchas otras cosas me encantaría contactarle para contarle qué ha sido de mi gracias a sus consejos.
Gracias y Felicidades a todos los Neuquinos solidarios.-

Una Valdiviana agradecida.-