Juan Quilodran

rnbouw@planet.nl

Del Barrio Don Bosco (Cipolletti) a Amsterdam...

 
 
7 de enero de 2003
 
     
  De los vientos con nubes de tierra a las rachas de viento con lluvia, de la tierra seca, calles sin asfaltar al verde y los adoquines de Amsterdam.

Han pasado ya 20 años de mi partida (voy por un año ¿vió?) desde que decidí salir a pegar una ojeada al viejo mundo, (ya entonces no me creía aquello de que Argentina pertenece al primer mundo), quise saber si era verdad y os aseguro NO LO ES.

Veintidós años tenía cuando partí de Cipolletti dirección Madrid. Los recovecos del metro, los bares, las terrazas de Madrid me los conozco de arriba a abajo, con mi música durante 3 años viví mi experiencia Europea con mucha intensidad.
Al cuarto año de residir en Madrid ya era ciudadano español (nunca fue una premisa) y ví que con mi música era posible sobrevivir pero no pagar un billete de regreso a Cipolletti. Por lo tanto decidí buscar trabajo en "lo mio". Fui jefe de obras durante 7 años en Madrid y creí que esa experiencia (en cuanto a lo económico y reconocimiento profesional) nunca más volvería a experimentarla.

Al año de trabajar como jefe de obras decidí volver a mis raíces. Ya para entonces había viajado por casi todos los países de Europa y en Holanda tropecé con un par de suecos que soportaban un buen par de piernas que a las vez soportaban una rubia que a su vez me soporta a mí hace ya 16 años.

Mi visita al valle entonces, fue de lo más desgarrador. Había estado ausente 4,5 años y salvo el contacto con mi familia, busqué y busqué mis raíces y llegué a la conclusión de que las había dejado en Madrid.
Nunca estuve tan contento de tener un billete de vuelta...

Hace 10 años vivo en Holanda, el primer año lo dediqué a estudiar el idioma (godverdomme wat is dat moelijk, zeg) mirá que es dificil, che! ,descubrí los placeres de ser amo de casa (ya para entonces mi familia pasó de dos integrantes a CUATRO, de un solo saque).
Hace 7 años soy el orgulloso propietario de una pequeña empresa constructora y la sensación que tuve en Madrid cuando trabajaba de jefe de obras no tiene punto de comparación. Holanda es el país que mejor me ha tratado en todos los sentidos.
A pesar de tener hace años la nacionalidad Holandesa mi color marrón oscuro no ha cambiado, eso sí, en los largos inviernos, mi piel se pone más bien amarilla.
Mi vida consiste en educar a mis hijos, (los mellizos tienen ya 10 años y Laura 3,5), trabajar de lunes a viernes 8 hs por día, hacer deporte, actividades sociales etc. Una vez cada año regreso al valle y cada vez me repito que ya no podría volver a vivir en Argentina. Cuando veo que mi cuñada (empleada de comercio) trabaja cada día hasta las 22 hs, incluso domingos hasta las 13 hs, me pregunto quién educa a mis sobrinos...

Viviendo tantos años en la Europa rica y viniendo de donde vengo, no puedo menos que intentar ayudar a levantar la cabeza a unos pocos argentinos. Mi compañera ha creado una fundación: Aprendamos Argentina! , con fondos recaudados se pagan becas para chicos en la enseñanza media (en Cipolletti) y yo estoy dando apoyo económico para un emprendimiento agrícola- ganadero en la zona del Lago Pellegrini, y ya podemos decir que tenemos nuestros primeros productos biológicos. Puedo decir con tranquilidad que unas 6 familias han podido comer, vestirse y mandar sus hijos al colegio durante el año anterior. Seguiré con ésta experiencia, con mucho gusto aunque debo ser de los pocos que en vez de llevarse la guita del país, meten dinero, la razón: aún creo en la Argentina y en los Argentinos.

Casi cada día leo el Rio Negro. Aquí encuentro información útil para el emprendimiento agrícola y después de tantos años me ayuda a mantenerme informado. Mas de una vez me quedo anonadado con alguna noticia. "chacarero muere apuñalado", joder, mi antiguo compañero del primario se fue para no volver...
O: fulanito de tal se presenta como candidato para el sindicato tal: joder!! pero si ése siempre fué un tránsfuga...

Me parece simpática vuestra idea de que algunos argentinos que se han ido cuenten su historia...
Un saludo y fuerzas en éste dificil tiempo para todos los chatos.

Juan Quilodrán