Jaime tiene diez años y sigue sin entender la magia de los Reyes Magos, esa que disfrutamos con frecuencia más los padres que los niños. Pero eso es lo de menos, se trata de un par de días al año en el que contrasta su asunción de que es un día como cualquier otro comparado con la ilusión de su hermana o sus primas. A él ni siquiera le gusta abrir los paquetes a su nombre.
Lo de más es que se trata de un niño con muy pocos intereses, algo habitual cuando se tiene autismo. Los juguetes no llaman su atención, le gustan los juegos motores con nosotros, la música, columpiarse, la piscina… Poco más. Y tener pocos intereses dificulta el aprendizaje. Como le gusta tener cosas en las manos con forma alargada, las serpientes de goma son habituales en su carta a los Reyes. También tambores y bongos. Lo demás son pijamas, zapatos… Cosas útiles. Sobre todo los primeros años intentamos distintos juguetes que creíamos que le encajarían sin éxito, recorríamos las jugueterías de los pasillos rosas, de las zonas de puzzles y muñecos de acción, con poco rédito.
Lo de que los juguetes no llamen la atención y en Reyes le regalen un abrigo o un albornoz para ir con el cole a la piscina y se quede tan contento (es decir, igual que estaba) puede parecer un chollo para muchos padres agobiados por él aluvión de juguetes y peticiones más o menos imposibles de estas fechas.
Ojalá yo tuviera a Jaime pidiéndoselo todo del catálogo de turno y a mí planeando el siguiente reciclaje de juguetes.
En fin… Bien sé después de tantos años que los ‘ojalás’ no llevan a ningún sitio. O sí que llevan mejor dicho, pero a ninguno bueno.
A lo que iba (o a lo que quería ir). Este año los juguetes que hemos pedido para Jaime superan en número al último par de años y proceden de una web que nos ha abierto un mundo de posibilidades. Algún mordedor apropiado a su edad, ‘enredos’ mejor pensados que las serpientes, sistemas para regular conductas o portar pictogramas…
Los productos se dividen allí por discapacidades o necesidades especificas, por personalidades y por edades. Pero si buscas autismo, también encuentras una variedad de adminículos, tanto para jugar, como para modular conductas o aumentar su comunicación. A poco que se navegue por su web o se vea su catálogo en PDF, se nota que saben lo que se traen entre manos.
Si lo traigo hoy aquí es porque siento la necesidad de recomendarlo: y no sólo para los padres y tutores de niños con discapacidad, que sentimos con frecuencia como ajenos la publicidad y los catálogos convencionales de juguetes (y no únicamente por la ausencia de niños como los nuestros en las fotos, es es otro tema del que hablé ya en el pasado) y dificultad para encontrar productos y asesoramiento adecuado.. Sitios como Hop Toys son también interesantes para niños que no tienen el menor problema.
Os animo a mirar el catálogo, os puede sorprender con ideas de productos que ni habíais imaginado, sobre para los niños mas pequeños. Pero no solo para ellos. Incluso para adultos puede haber cosas. Estoy por regalárselo a uno de mis jefes:
Sobre Hop Toys, por ellos mismos:
Somos una empresa familiar nacida en 1999. La idea surgió de una pareja franco-americana: Véronique y Bryon. Juntaron lo que mejor sabían hacer: él, educador especializado en discapacidad, ella, especialista en comercio. Así nació Hop’Toys. Buscamos dar un “hop”, un paso de esperanza hacia adelante. Nuestro objetivo: dar a todos los niños, sea cual sea su dificultad o discapacidad, la posibilidad de jugar, evolucionar y aprender a su ritmo. El equipo de expertos de Hop’Toys – coordinado por Bryon Torres, educador especializado y fundador de la empresa- se basa en criterios muy exigentes y específicos.