Archivo de abril, 2014

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Reimprimen 100 mil ejemplares de “Cien años de soledad” en Argentina

El sello editorial  Penguin Random House en Argentina mandó a imprimir cien mil  ejemplares de la obra cumbre de Gabriel García Márquez, “Cien años  de Soledad”, que serán distribuidos dentro de tres días en las  librerías locales y en la 40ma. edición de la Feria Internacional  del Libro de Buenos Aires que mañana abre sus puertas oficialmente.
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Así lo confimaron desde las oficinas argentinas de la  editorial, que a pocas horas de que se inaugure una de las ferias  del libro más importantes de habla hispana, suscribieron a la  tendencia de los lectores latinoamericanos que se abocaron  masivamente a las obras del Premio Nobel colombiano.

De hecho, tras su fallecimiento el jueves pasado a los 87  años, las ventas crecieron significativamente en Colombia.  “Indudablemente la venta de sus obras aumentó inmediatamente, yo  diría que un 40 por ciento sobre lo normal”, dijo Felipe Ossa,  gerente de la Librería Nacional, la principal red de librerí­as de  ese país.

A pocas horas de que la Feria del Libro de Buenos Aires abra  sus puertas hasta el 12 de mayo en el predio ferial de Palermo, la  mística de “Gabo”, sus inolvidables obras, y el cariño del público  argentino se verán reflejados no sólo en ventas, sino también en  sentidos homenajes al autor que publicó su gran clásico por primera  vez en Buenos Aires, en 1967.

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La mesa está servida: Palabras para una gastronomía urgente

images (13)De  los segmentos extraliterarios que integran la Feria del Libro, uno  de los más convocantes de la pasada edición fue “Milhojas”, el  ciclo gastronómico que presenta su segunda edición en La Rural con  figuras como Dolli Irigoyen, Felipe Pigna y Martiniano Molina para  debatir sobre la evolución de la identidad culinaria y los déficits  de la industria alimentaria.

“Milhojas” es más que un espacio dedicado a dar cuenta de  innovadores maridajes de sabores o repasar los últimos templos de  la movida gourmet: se propone como una plataforma de exploración de  la identidad cultural nativa y a su vez una instancia de discusión  sobre la precarización de los hábitos alimentarios.

“A diferencia de 2013, en que la idea fue mostrar un panorama  editorial floreciente, Milhojas 2014 tiene un puñado de preguntas  que funcionan como vectores. Y todas confluyen en la misma  dirección: ¿qué es y cómo se construye una cocina con identidad?  Cada una de las charlas trabajará sobre esa línea”, destaca Joaquín  Hidalgo, crítico enogastronómico y artífice del ciclo.

En el marco de la Feria del Libro que arranca mañana, el  encuentro se concentrará en dos jornadas -la del 3 y 4 de mayo- que  reunirán a chefs, bartenders y artífices de libros vinculados a la  gastronomía, entre ellos Ariel Rodríguez Palacios, Mauricio Asta,   la periodista Soledad Barruti, autora de “Malcomidos” y el  historiador Felipe Pigna, que acaba de lanzar “Al gran pueblo  argentino salud”, sobre la historia del vino.

“Se dan dos movimientos interesantes en el mercado editorial.  Por un lado, las editoriales descubrieron que el tipo que está  dispuesto a pagar un cubierto o un vino a 200 pesos en un  restaurante también puede gastarlos en libros y eso convirtió a la  gastronomía en un mercado específico”, evalúa.

“A ese primer movimiento -que no es sólo local- se suma otro:  la reflexión más profunda sobre el comer y el beber, que viene  aparejada de una mirada más comprometida con la realidad  alimentaria antes que con la alta gastronomía. En un país como el  nuestro, con niños aumentando de peso peligrosamente o una  industria alimentaria vinculada sólo al beneficio empresario, no  tardaron en aparecer voces de denuncia”, indica el periodista.

La segunda edición de Milhojas se hará eco de esta  problemática con una mesa que, bajo la consigna “¿Comemos mal los  argentinos?”, reunirá el sábado 3 de mayo a las 16:30 a distintos  especialistas que debatirán sobre las prácticas monopólicas en la  distribución de los productos y la manipulación genética que  intenta eludir los límites impuestos por la estacionalidad natural  de los alimentos.

“El fenómeno es propio de la polaridad social en la que  vivimos: generar alimentos baratos es una de las razones por las  cuáles la gran escala industrial es funcional. En ese sentido,  difícilmente exista mejor negocio que la producción de soja  transgénica o las vacas alimentadas por `feed lot`”, indica  Hidalgo.

“Desde el punto de vista de una gastronomía que hoy funciona  como una trinchera de calidad alimentaria, se denuncia la falta de  calidad de los alimentos como un talón de Aquiles del modo de  producción capitalista y se busca potenciar a ciertos productores  alternativos que, sin embargo, no logran sustituir una cadena de  producción debido a su pequeña escala. De ahí que una minoría pueda  asistir a un consumo de calidad, mientras que la mayoría no logra  salir de ese espiral, sin desmantelar la cadena”, expone.

Elemento crucial para diseccionar la idiosincracia nacional,  la gastronomía funciona como un catalizador de usos y costumbres,  que según Hidalgo en el caso argentino remite a una alta  sociabilidad y a una multiplicidad de rituales que exacerban ese  rasgo.

“Para los argentinos, si es que se puede hacer una  generalización, la cocina es un lugar de encuentro en el que  compartimos y disfrutamos en familia y con amigos. Nos gusta que  los platos sean compartidos incluso en el restaurante -no es así en  otras partes del mundo- y hasta hacemos lo mismo con las bebidas”,  define.

“La cerveza es un buen ejemplo: sólo en nuestro país el  consumo por litro es mayor a todas las demás. Y eso es así porque  en el centro de nuestra idiosincracia está la comunión con el otro.  El asado también es un plan comunitario, como el mate”, acota.

En esa línea, las nuevas camadas de chefs trabajan sin perder  de vista esos ritos colectivos y orientan su pericia a la  innovación y a la resignificación de sabores autóctonos: “Las  mayoría sondea entre los productos que cada región le incorpora a  su experiencia vital”, señala Hidalgo.

“Hoy se imponen los peces de río, las carnes nativas, las  frutas del norte, que ascienden a una gastronomía nacional desde  una regional, para así conformar un nuevo horizonte donde hay  sabores nuevos dentro de las tradiciones típicas”, ejemplifica.

“La cocina argentina tiene horizontes culturales múltiples,  como la cocina de los inmigrantes, y también nativos, como la  fusión con pueblos originarios, pero también hoy está moldeada  desde arriba hacia abajo por cocineros que al viajar comprendieron  que no hay otra distinción que un buen producto de una región,  sometido a técnicas universales”, analiza.

Bajo otros parámetros funciona el vino, una bebida que a  pesar de su imbricación popular motoriza paralelamente un fenómeno  y una  industria que se concentra en las capas medias y altas de  consumidores.

“El boom actual se debe a un fenómeno de exclusión social,  por un lado, en el que menos consumidores acceden a una bebida que  crece en precio y cambia de estilo para ello; y a un proceso de  exportación, por otro, donde la identidad estivo dada por un  reflejo en mercados exportadores, de la mano del Malbec”, alega.

En los últimos años se ha detectado una diversificación  del paladar argentino, un fenómeno que entre otras cuestiones ha  colocado a gastronomías como la peruana y japonesa en espacios  preferenciales dentro del circuito gastronómico, una tendencia que  ha enriquecido el repertorio culinario nativo y ha disparado la  experimentación, una noción clave para la gastronomía.

“El boom peruano en el mundo viene de la mano de una serie de  cocineros militantes de su gastronomía, que se dieron cuenta de  que, además de técnicas fusionadas en cada horizonte cultural   había un universo de sabores propios, como los pescados del litoral  pacífico, los condimentos y hierbas de la sierra, las frutas del  amazonas”, precisa Hidalgo. (Télam)

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Una novela hot argentina sobre una chica que entra en un bar

descarga (4)“Una  chica entra en un bar” de Helena S. Paige, un trío de escritoras  que usan ese seudónimo, cuenta las desventuras de una muchacha que  desea conocer a alguien y en el trayecto atraviesa distintas  situaciones con la complicidad del lector, quien podrá “elegir su  propia aventura hot”.

Editado por Urano, que estrena con esta obra el sello de  literatura erótica “Sombras”, la historia -escrita en segunda  persona- comienza con una cita de dos amigas en un bar; una es la  lectora, la otra, Melisa, la amiga que no puede acudir al  encuentro.

La presentación del libro, que se realizó en un bar de la  zona de Palermo, contó con la presencia de Valeria Schapira, la  actriz Malena Guinzburg y la conductora española Sheila González,  quienes dieron su visión humorística sobre qué hace una mujer sola  en un bar y cómo sobrevivir sin parecer desesperada por conseguir  una cita.

“El concepto de `elige tu propia aventura´ nos remite a  cuando eramos jóvenes, pero si antes estábamos compitiendo en el  Dakar y teníamos que decidir entre la ruta de arena o la de  piedras, ahora somos mujeres enfundadas en un vestido negro que  tenemos que elegir entre un rockero o un empresario”, comentó  divertida González.

“Este es un libro que te ayuda a fantasear y te da ganas de  hacer las cosas que te cuenta”, señaló la española ante la  entusiasta audiencia antes de añadir, insinuante: “¿Sabías lo que  es el trago de cuerpo?”,

Este es uno de los secretos que devela el libro escrito en  realidad por tres amigas: la novelista Nick Paige, la poeta Helen  Moffett y la guionista Sarah Lotz, quienes bajo la sombra del  seudónimo Helana S. Paige despliegan las más alocadas aventuras  sexuales.

“Todas las mujeres sabemos que no se puede esperar mucho de  una bombacha”, comienza el volumen que con un lenguaje coloquial  pero cuidado invita a las lectoras y lectores, a lo largo de toda  la trama, a jugar con sus deseos más íntimos.

Por ejemplo, según la ropa interior que seleccionen (tanga de  encaje, bombacha cómoda, trusa o nada) deberán leer una página u  otra y completar la historia. Así es todo el libro: una seguidilla  de opciones para tener una versión propia de la historia.

Es así como la protagonista de este sensual relato (la misma  que lo lee) puede armar un puzzle divertido entre diferentes  personajes o situaciones posibles, bailando entre las diferentes  páginas.

“Lo que más gusta del libro es que esa chica podés ser vos”,  dijo Schapira, ante la complicidad de las presentadoras y un  entusiasta público, mayormente femenino.

El libro permite una perfecta identificación con la  protagonista de la historia, con mil posibilidades página a página  que cumplen fantasías de todos los gustos.

Con tres perfiles absolutamente diferentes, las presentadoras  también comentaron tips para “levantar” en un bar.

“Quien no es capaz de seducir en la barra de un bar, no es  capaz de seducir al público”, dijo alguna vez el periodista español  Jesús Quinteros, y bajo esa premisa se dispararon las más alocadas  teorías sobre cómo tomar de la copa, si usar sorbete o no, si es  recomendable moderlo o por qué a un hombre no le queda sexy beber  con pajita.

Con un público que supo comentar experiencias en bares de  cómo “levantaron” y obtuvieron una relación de larga duración, la  presentación fue acompañada por tragos y un tapeo, haciendo del  encuentro una reunión cargada de historias, risas y sexys  recuerdos.(Télam)

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Una nueva antología de V.S. Pritchett, maestro del relato corto

 

la-mujer-de-guatemala En “La mujer de Guatemala”, una nueva antología de cuentos del escritor británico V.S. Pritchett, maestro del relato corto inglés, se abre un panorama de suburbios, personajes y diálogos exquisitos atravesados por un sutil enrarecimiento del ambiente y una impresionante observación de los detalles.

 

Los cuentos, publicados ahora por La Bestia Equilátera, aparecieron originalmente en “Complete Collected Stories” (1990), una notable colección de relatos que suma unas mil páginas, donde se puede apreciar, además de una inmensa capacidad imaginativa, un procedimiento narrativo que explora escenarios ordinarios y los transforma en lugares extraños.

 

Estos relatos, traducidos por Teresa Arijón, se inscriben en la mejor tradición del ‘short story’ (historia corta), con temas que abordan la vida de los suburbios ingleses, las distintas formas del amor y la sexualidad, así como la mirada del mundo a través del paso del tiempo, siempre con una afilada observación de los detalles y un agudo oído para los diálogos.

 

Victor Sawdon Pritchett nació el 16 de diciembre de 1900 en Suffolk, Inglaterra, y murió el 20 de marzo de 1997. Pasó una gran parte de su juventud trabajando como comerciante y luego vivió en Francia. Durante los años de guerra, se dedicó a la escritura de guiones a favor de los aliados.

 

Su primer libro, “Marching Spain”, es una crónica del viaje a España que hizo en 1928; el segundo, “Clare Drummer” (1929), narra sus experiencias en Irlanda. Pero el reconocimiento llegó con su primera colección de relatos cortos, “The Spanish Virgin and Other Stories” (1932).

 

Entre los elogios que recibió por su vasta obra (más de 50 libros), se destacan los de Frank Swinnerton, John Gross, Frank Kermode, Gore Vidal y Martin Amis, quien sostuvo alguna vez que “Pritchett ha estado siempre en término de fructífera complicidad con el mundo doméstico e inanimado”.

 

Por su parte, el escritor estadounidense Paul Theroux dijo que se trataba de “quizás el último escritor sobre la tierra al que podría llamarse con exactitud un hombre de letras”, y el novelista y crítico literario inglés James Wood fue contundente: “El mejor cuentista inglés desde Rudyard Kipling”.

 

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Pritchett trabajó para la cadena británica BBC y para el Ministerio de Información. Una vez terminado el conflicto bélico, se dedicó casi exclusivamente a la literatura y realizó cátedras en las universidades de Princeton, California y Columbia.

 

Realizó conferencias en Alemania, España y Francia y publicó una serie de exitosas biografías: la del novelista francés Honoré de Balzac y las de los escritores rusos Iván Turgénev y Antón Chéjov. Fue, además, el consultor preferido del cineasta británico Alfred Hitchcock, a quien ayudó con el guión del filme “Los pájaros”.

 

En 1991 aparecieron sus “Complete Collected Essays”, una inmensa obra crítica donde, además de los clásicos anglosajones, se pueden leer ensayos sobre autores como Stendhal, Simone De Beauvoir, Albert Camus, Machado de Assis y, algo novedoso, Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez.

 

Pritchett, un autor muy difundido en Inglaterra y Estados Unidos, no ha tenido demasiadas traducciones al español, salvo las que hizo una editorial mexicana, hace más de 50 años, con sus novelas “El muerto manda” y “Curtido en alma y cuerpo” y, en 2011, el Fondo de Cultura Económica con “El viaje literario”, un volumen de ensayos sobre escritores viajeros.

 

Ahora, gracias al trabajo de La Bestia Equilátera -que ya publicó los cuentos reunidos en “Amor ciego”- se puede conocer cada vez más el universo de un autor extraordinario, conocido por explorar, a través de sus relatos cortos, el lado extraño de la clase media baja de Inglaterra. (Télam) 

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Lanzan una colección con cuentos tradicionales de todo el mundo para chicos

isumbochi-2-1“La muñeca de Yací” y “El  gran Isumbochi” son los títulos de la nueva colección “Cuentos  tradicionales del mundo” versionados por la escritora Margarita  Mainé, que lanzó recientemente la editorial Uranito.

En cada número se pueden disfrutar de dos aventuras contadas  con palabras sencillas para los chicos: “La muñeca de Yací” viene  acompañada con “El poder de Kimikú” y en “El gran Isombochi”, se  puede leer la historia de “El tambor de las brujas”.

¿Cómo se gestó la idea de esta nueva colección? “La creamos  con Cecilia Blanco con la idea de hacer llegar a los niños cuentos  tradicionales que no fueran los más conocidos por los niños”,  cuenta Mainé en una entrevista con Télam.

“A veces parece que `tradicionales` son Cenicienta y  Caperucita Roja, pero quisimos transmitir que hay una riqueza  impresionante en todas las culturas sobre la tradición del cuento”,  agrega.

La historia de la muñeca proviene de Brasil y cuenta las  desventuras de una niña que deja todas sus obligaciones a pedido de  su muñeca. Sus padres un día le quitan la muñeca para que no pierda  tiempo jugando y realice sus quehaceres.

“El poder de Kimikú” es una historia proveniente de Africa y  relata las pericipecias de un chico que tiene poderes  sobrenaturales y cómo salva a todos sus amigos de las garras de un  enemigo que los convirtió en hormigas.

La autora de los cuentos “Ya no somos bebés” y “Una montaña  para Pancho”, comenta que la idea implicó un gran trabajo de  investigación y de selección de textos que si bien le llevó mucho  tiempo, la enriqueció muchísimo, “ya que tuve que bucear en la  literatura tradicional de cada país”.

La búsqueda implicó rastrear librerías de textos usados,  pedir material a las embajadas y exlorar sitios recomendados de  Internet. “Así encontré el material que me encantó para esta  colección. Cada cuento, además, va acompañado de curiosidades de  ese lugar y también de un juego para niños y esa fue una búsqueda  muy entretenida también”, asegura.

“El gran Isumbochi” (Japón) habla de la valentía de un  pequeño que nació chiquito y por su condición es muy protegido por  sus padres, hasta que decide afrontar su propia aventura.

En tanto, “El tambor de las brujas” (China) recuerda el  milenario poder del tambor que usaron los hermanos Lao Grande y Lao  Pequeño, uno para el bien y otro para el mal.

¿Por qué el interés de que las historias sean los cuentos  tradicionales del mundo? “Porque creemos que transmiten una gran  sabiduría. Por algo fueron contados durante cientos de años pasando  de la transmisión oral a la cultura escrita. Son cuentos  maravillosos que niños y adultos disfrutan mucho”, relata Mainé.

Sobre la adaptación de los textos, la autora comenta que “lo  difícil es elegir el cuento, por eso tantas lecturas previas. Una  vez que está elegido, la adaptación pasa por ponerle una impronta  que lo haga `de autor` de algún modo”.

“En este caso, recurrí mucho a la incorporación de algunas  rimas, y siempre algo de humor, que es una de las cosas que  caracterizan mi obra”, asegura Mainé.

Los libros fueron ilustrados por Patricia López Latour y  Sandra Lavandeira y al respecto Mainé señala que “cada cuento ha  sido trabajado por un ilustrador distinto, con técnicas acordes el  cuento elegido. Creo que es uno de los grandes aciertos de la  colección, las ilustraciones son muy bellas, los niños las  disfrutan tanto como al texto”.

La colección se compone de seis libros, con dos cuentos cada  uno, de los que ya fueron lanzados los dos primeros, completándose  la serie a lo largo del año. (Télam)