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Hace unos pocos días se realizó otra apuesta por cine nacional. En la ciudad de Tucumán se llevó a cabo un nuevo festival de cine, el tercer festival Tucumán Cine para ser más preciso. En el marco de una verdadera apuesta por la cultura se trabajó mucho y se logró un objetivo concreto de llevar a la ciudad un importante caudal de cine nacional de primer nivel.
Para poder soportar semejante apuesta se tienen que conjugar varias cosas, entre la que se destaca una principal y muy importante que es “la voluntad”. Esto dicho así parece algo obvio pero en realidad es algo superlativo, es de una importancia que a veces parece no estar lo suficientemente considerada puesto que es allí, con la voluntad es que comienza todo.
En el caso que nos ocupa, hay mucho de ello a diferencia de otras actitudes que en realidad son todo lo contrario. A partir de este pequeño acto se puede comenzar una gran travesía y una empresa maravillosa como es la de hacer un festival de cine, con este pequeño acto se puede comenzar a planificar seriamente, a considerar las conveniencias y los contratiempos, pero por sobre todas las cosas se puede pensar en trabajar seriamente, esto es algo que hemos comprobado al estar presentes en el citado festival de Tucumán.
Estuvimos presentes como invitados y participamos durante ocho días de un gran evento cinematográfico de primer nivel en donde estuvieron en competencia veinticinco películas de largometraje. Muchas de ellas dirigidas por gente de la talla de Lucrecia Martel, Pablo Trapero, Ernestina Carri, etc. Estuvimos presentes y no por casualidad, estuvimos en un festival en donde no faltaron directores, productores, actrices y actores. Que en más de un caso hicieron que la salida de las salas fuera complicada por la gran cantidad de gente que esperaba para verlos. Estuvimos presentes en un lugar en donde principalmente primó la voluntad de hacer, de apoyar y de difundir nuestra cinematografía en forma concreta. Estuvimos presentes en un verdadero acto de la cultura nacional.
Parece repetido lo que digo, pero estuvimos presentes y no por casualidad, estuvimos viendo un promedio de cinco películas por día con calor y sin él. Con salas más llenas y más vacías, con presentaciones en vivo, con jóvenes y con viejos, con aplausos y sin ellos, estuvimos presentes y no por equivocación.
Estuvimos presentes, nuevamente lo digo, por que nos invitaron a participar en el jurado. Sí, en el jurado, y justamente para evaluar a esas películas que en algunos casos fueron premiadas en diferentes y prestigiosos festivales del mundo, la invitación no llegó por que si o por un capricho de alguien, esa invitación llegó por que ARAN representa mucho en el universo de los festivales y representa mucho como exhibidor de cine Argentino. En siete años han pasado por el festival que organiza más de DOCE MIL personas, caramba DOCE MIL, es tanto que en muchos casos ha mostrado más cine Argentino que muchas salas de cine del país. Este dato sumado a que las propuestas de ARAN y sus producciones siempre han sido serias y concretas y sus integrantes han adquirido una sólida dimensión profesional, han contribuido a que nos invitaran, tampoco fue por suerte.
Participamos, trabajamos, vimos, dijimos y volvimos con una nueva experiencia, con nuevos amigos y reafirmando algunas cuestiones referidas a la ya nombrada “voluntad”.
Estamos trabajando en armar el nuevo festival de nuestra Provincia. Ese que hacemos con “muchas voluntades” pero en donde lamentablemente faltan algunas muy importantes entre las que se encuentran la “voluntad” de apoyar y sostener concreta y enérgicamente uno de los hechos culturales más relevantes e importantes de TODA la Patagonia.
Luis Rey
Presidente de ARAN
Director del festival Imágenes de la Patagonia
(Participante como jurado del 3er Festival Tucumán Cine)
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