Hay algunos temas musicales que quedan en el inconciente colectivo sin ninguna duda. Nunca escuché un disco completo de la banda "The Police". Cuando era chico y me empezó a interesar la música, la banda liderada por Sting ya se había separado. Consideren que mi oído empezó a ser usado de 1990 en adelante, con el video de "La ciudad de la furia" de Soda Stereo como llamado de atención. Pero seguramente algunos temas de los The Police son conocidos hasta por el más ignoto melómano. Uno de ellos, quizás el que tienen como "bandera" es "ROXANNE". Un tema que habla sobre el amor y una prostituta (cosas que por los tabúes americanos es absolutamente incorrecto, y tal vez allí reside su temprano éxito). Pero como poco se de música, mejor hablar de cine. Hace algunos años (aunque no lo parezcan, 7 para ser exactos), una película retomaba aquel éxito de la década del 80 para reversionarlo y hacer ahora sí, una escena que para los que vieron la película, también les quedó en el recuerdo. La película en cuestión es "Moulin Rouge" de Baz Luhrmann y protagonizada por Ewan McGregor y Nicole Kidman. Y la escena que menciono es la del "Tango de Roxanne". El cambio de ritmo para reversionarla responde a que el que empieza a cantar en la escena es el personaje del actor argentino del Moulin Rouge, para después agregarse Ewan McGregor y mezclar la letra original de la canción con lo que le ocurre al protagonista. No sólo concuerda la idea de la letra original con lo que sucede en la secuencia, sino también, se logra una versión que renueva las ganas de escuchar un tema tan cambiado para nuestra memoria emotiva sonora.
No puedo poner el clip de la escena sin acompañarlo de la versión original que muchos nostálgicos querrán volver a ver. En este caso es la vuelta de los The Police en la entrega de los Grammy 2007. Envidiable estado físico de Sting.
Para quienes no vieron "Moulin Rouge", en la escena, el actor argentino le dice al protagonista enamorado de la diva del cabaret, que amar a una mujer que vende su cariño lleva a los celos, y los celos conducen a la tragedia. Recomiendo verla si buscan un musical moderno, con una excelente dirección de arte, diseño de producción y una muy subjetiva manera de traer la magia del teatro al lenguaje cinematográfico con coreografías que no sólo aportan a lo musical, sino también al ritmo narrativo de la película. Sorpresas sonoras para quienes pensaban que McGregor y Kidman sólo podían cantar en la ducha.