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Integrantes del programa Abuelas Relatoras por la Identidad, la Memoria y la Inclusión Social del PAMI narraron hoy historias sobre el pasado reciente de la Argentina a más de 800 alumnos de la Escuela Media 6 de la localidad bonaerense de Vicente López para recordar el 35º aniversario del golpe militar.
“El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria”, leyó una abuela a los estudiantes del ex Nacional de Vicente López.
El texto de Leopoldo Marechal fue el primero de los relatos que los grupos de adultas mayores de San Isidro y Vicente López leyeron a los estudiantes, que fue seguido por fragmentos de autores como el uruguayo Eduardo Galeano, la historia del diputado Juan Cabadié, uno de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo, y de la docente jujeña Marina Vitale, desaparecida durante la dictadura.
Aunque en esta oportunidad se recordara el aniversario del Golpe del 24 del marzo, el encuentro entre las abuelas relatoras y los estudiantes no es excepcional, sino parte central de este programa creado por PAMI en 2006.
“La idea nació en el 30 aniversario del Golpe a partir de la necesidad de incluir a los adultos mayores en la construcción de la historia colectiva y de recuperar su rol como trasmisores del relato social y familiar”, explicó a Télam la coordinadora del Programa, María Silvia Prieto.
Prieto contó que la propuesta de trabajar sobre derechos humanos con adultos mayores y jóvenes en forma integrada "parecía difícil", pero cuando evalúa el camino recorrido "impresiona ver cómo cambió la sociedad y cómo ese intercambio es posible”.
El primero de los grupos de abuelas relatoras se formó en la Ciudad de Buenos Aires, bajo el nombre de “Grupo Llamarada”. A partir de allí fueron naciendo en diferentes localidades del país otros grupos que, aunque con diferentes nombres, comparten el mismo espíritu.
“No somos cualquier grupo de cuenta-cuentos. Nuestro objetivo es colaborar con las Abuelas de Plaza de Mayo porque hay que extender esta tarea”, afirmó Elba Yañez, integrante de “Contá Conmigo”, el grupo de Vicente López, que se formó en 2008.
Yañez evaluó que "como adultas mayores, tenemos un recurso que es nuestra memoria histórica y el mandato ancestral de la transmisión oral de lo que pasó".
María del Pilar Fernández, parte del programa desde 2006 y esposa de un detenido-desaparecido, explicó que "si bien los relatos son elaborados por los equipos del programa, nosotras los debatimos en los encuentros y cada una aporta sus experiencias personales”.
Pero no todos los relatos son historias de aquellos años oscuros ya que la selección y el contenido también apuntan a la inclusión social a partir del fomento de la lectura entre los jóvenes y de transmitir la importancia de valores como la solidaridad.
“Nos hemos presentado en escuelas donde los docentes hacían mucho esfuerzo por interesar a los chicos en la lectura, entonces el hecho de que nosotras fuéramos a leer era un aporte más”, sostuvo la abuela Carmen Casella.
Además, otros temas que se trabajan con las lecturas son las historias de los barrios, de las asociaciones y los derechos tanto de los adultos mayores como de los niños y jóvenes.
“Es muy lindo ver a los chicos más chiquitos, el cariño que te transmiten, y en los más grandes la curiosidad, el deseo de saber qué pasó, cuál es la verdadera historia”, describió la lectora Patricia Smith.
Es que al decir de la coordinadora del programa, “el encuentro intergeneracional facilita un espacio de diálogo y escucha donde se ponen en juego la interculturalidad y la diversidad. Las abuelas ofrecen un legado intangible que está asociado a otra manera de vivir o de estar en el mundo”.
Fuente: Telam |
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