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14 » Nov 2009 |
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¿Con qué derecho espero algo distinto del mundo? (II) |
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Por Marina Alam
“(…) Es posible que la forma de vida que nosotros hemos conocido, en la cual hemos nacido, es posible que esta casa, esta cena, sí, incluso estas palabras con las que esta noche estamos esclareciendo la pregunta de nuestra vida, es posible que todo esto sea ya cosa del pasado. Existe demasiada tensión en los corazones humanos, demasiada pasión, demasiado deseo de venganza.
Miremos dentro de nuestros corazones: ¿qué es lo que encontramos? Pasiones que el tiempo sólo ha conseguido atenuar, pero no apagar.
¿Con qué derecho esperamos algo distinto del mundo, de los demás?”.
Me asiste el derecho a la reciprocidad: aporto para que esta sociedad sea mejor.
¿Cuánto bien hice y hago? ¿Cuánto mal evito?
El BIEN – EL MAL.
Esa operación algebraica que suma y resta.
Esa ecuación: “si soy un bueno más, soy un malo menos”.
Si respeto a los demás, los demás deben respetarme también.
Todos somos humanos, con virtudes y defectos.
¿Dónde están los derechos de los unos y de los otros? ¿Dónde la equidad de los que juzgan y aplican las leyes?
Si no cuidamos a los buenos, que con su accionar tanto benefician a la sociedad, si no los reconocemos y no tenemos la generosidad de agradecerles por ello, si, en cambio, los agredimos, difamamos y descalificamos, entonces no podemos quejarnos si aumenta el número de los malos que tanto nos dañan.
El avance de los que mandan mal, de los corruptos que avasallan la razón, de los intolerantes que no tienen en cuenta a los mansos y a los más débiles, que usan mal el poder y sólo lo hacen en su propio beneficio, nos arrojan paulatinamente a una nueva esclavitud, a la pérdida de la libertad que tan cara le resultó ganar a la humanidad.
Los extremismos destruyen el equilibrio y traen abusos, injusticias, resentimientos, respuestas violentas y extremas.
Alguien dijo que “la religión es el opio de los pueblos”. “Que Dios murió”.
Bueno: Hoy el narcotráfico es la nueva religión que pisa despiadadamente a los que quieren vivir en paz. Destruye todo lo que toca o se le opone.
Necesitamos códigos de convivencia que se respeten. Un nuevo Moisés que vuelva a traer las tablas de la ley.
Tengo derecho a la ESPERANZA de un mundo mejor.
A que se corrijan los errores cometidos.
A que se repare la fe destruída de los despojados.
A que se destruyan definitivamente las armas que sirven para matar.
A que se cuide el planeta que es de todos.
Tengo derecho a la NO VIOLENCIA.
Me asiste el derecho a soñar. Porque sí. Porque quiero. Porque estoy viva. Porque soy humana. |
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Categoría : Cosas que pasan |  Comentarios [0]
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