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17 » Oct 2009 |
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Cuando cantamos la Cumparsita en el Caribe |
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Por Alicia de Castro
En 1995 se me presentó la oportunidad de viajar fuera del país
Pedimos asesoramiento y entre los paquetes que nos presentaron elegimos Colombia.
Partimos en mayo rumbo a Cartagena y las islas Santa Marta y San Andrés.
Las expectativas eran inmensas: conocer otro país, su pasado, su presente, su cultura...
Recuerdo que llegando a nuestro primer destino, por la ventanilla del avión divisamos la inmensidad del mar Caribe. ¡Impagable!.
Santa Marta: donde todo parece haberse quedado en el tiempo, sus casas de madera... fue como si de pronto nos encontráramos en un típico lugar norteño de EE UU. Los coches inmensos de los años 40, por ejemplo, el taxi que nos traslado, sobre el capó exhibía una enorme corona. Su significado no lo sabemos: los autos modernos que había eran de los turistas, los colectivos también de los 30/ 40
Por fin llegamos al hotel. Nos encontramos con una fachada rústica muy parecido a La Boca nuestra, con paredes muy coloridas. Para ser sincera esto nos desagradó un poco pero al entrar el panorama cambió por completo.
Las habitaciones todas con vista al mar tenían una gran puerta de vidrio corredizo y por dentro las persianas, de noche podíamos admirar el mar en todo su esplendor.
Sus playas de arenas blancas y dotadas de todo el confort que se pueda imaginar.
Muchísima vigilancia, los típicos vendedores debían exhibir su permiso. Lo que nos llamó mucho la atención fue que no veíamos disfrutar de las playas a los lugareños.
Luego nos enteramos que todas las playas son privadas, por lo tanto ellos no podían acceder a estas. Esto nos confundió un poco.
Tres restaurantes diferentes al cual libremente podíamos acceder, para desayunar habían ambientado el lugar con un barco pirata sobre un lago artificial el espacio contaba con grandes palmeras flores oriundas y pájaros típicos
Cada noche se presentaba un espectáculo diferente. El 25 de Mayo fuimos invitados a entonar el Himno y a bailar lo que ellos denominaron nuestro segundo himno, “La Comparsita”. Realmente es ahí, estando lejos, que nos damos cuenta el hermoso país tenemos.
Luego San Andrés también con fabulosa playas pero más armado turísticamente, con edificaciones más modernas con un turismo diferente.
Allí realizamos una excursión por el mar hasta las Islas del Rosario, desde el aire se las ve formadas asi. Se acercó una canoa ofreciendo langostinos y todo tipo de moluscos para comer en el momento
Se nos indicó donde se encontraba la casa de un acaudalado extranjero construída íntegramente bajo el mar, un acuario impresionante también bajo el mar, donde se exhibían una gran variedad de peses algunos de ellos desconocidos por nosotros.
Cómo olvidar semejante viaje, pienso hoy a la distancia. |
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Categoría : Cosas que pasan | Comentarios [0]
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