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Diario Río Negro
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  01 » Oct 2009
El día que volví a la casa donde nací, en España...
  HISTORIAS DE INMIGRANTES

La vuelta desde Roca, Río Negro a San Pedro de Luna, en León, España


El agua de una represa tapó todo mi pueblo y en 1992, por unas semanas, quedó al descubierto.



Por Consuelo García


Nací el España, en un pueblito que se llamaba San Pedro de Luna, al Norte de la Provincia de León; y digo se llamaba porque desde hace mucho tiempo duerme, junto a sus historias, bajo las aguas de un dique, el dique que hicieron sobre el Río Luna.
Supe cómo era la casa donde nací mirando una vieja foto del pueblo y escuchando los relatos de mi madre, ya que con sólo dos años me convertí en una inmigrante que habita en este hermoso valle.
De los relatos escuchados a mi madre me quedó muy grabado que para entrar a la casa donde nací había que subir una pequeña escalinata, y nada mas… después sólo imaginar esa casa, ya destruida, jugando con las aguas del dique y contándole su historia, que también es la mía.
Siempre pensaba: ¿alguna vez no sacarán toda el agua del dique y así poder ver, aunque sea las ruinas de la casa donde nací?...

Era Septiembre de 1992; yo estaba en España; mi primo había hablado de regalarme una sorpresa…
Un domingo, muy temprano y a pesar de que el cielo estaba cubierto de nubes amenazantes, partimos hacia la montaña a pasar el día y estaríamos cerca de mi pueblo natal… Pensaba: “me conformaré con ver sólo el reflejo de la torre de la Iglesia, que parece que quiere asomarse fuera del agua, y decirme que todavía está entera y viva, a pesar de todo.”
Llegamos. Caminé apresuradamente para ver nada más que agua… pero qué grande fue mi sorpresa, porque no veía el agua. Mis ojos buscaron los ojos de mi primo, pero no hubo palabras… entendí todo: habían desagotado las aguas del dique y mi pueblo estaba a la vista, de pie, con sus gruesas paredes de piedra semidestruidas…
Pero estaba todo intacto, petrificado; sus calles, sus árboles, sus parcelas y ahí nomas, a pocos metros, la casa donde nací y el lecho madre del Río Luna que dio origen a ese dique.
Sentí que el corazón se me paralizaba. Mis ojos estaban llenos de lágrimas y un montón de emociones muy fuertes corrían por mi mente, entremezcladas, sacudidas por un tornado de sentimientos.
Arropada por los brazos de mis seres queridos pude subir al fin las escalinatas y entré a la casa donde nací, mi casa; entré, como en un túnel del tiempo, a mi historia, al origen de mi vida.
Miré esas paredes destruidas por el efecto del agua y traté de imaginar cómo era mi casa y me puse a reconstruir piedra sobre piedra, jugando un poco con mi imaginación. Estaba como perdida en un tiempo sin tiempo…
Mi madre y mis tíos recorrían el pueblo de su niñez y acumulaban recuerdos entre risas y lágrimas.
Yo quedé sola frente a mi casa… era como ir al encuentro de mi historia… me senté en las escalinatas ocultando el rostro con mis manos… el llanto ahogaba mi garganta y los recuerdos se agolpaban a ritmo acelerado.
De pronto, sentí el abrazo suave de mi esposo que me acompañaba en ese momento especial e importante para mí.
No hubo palabras en ese largo tiempo, abrazados, en la escalinata de la casa donde nací.
¿Cómo explicar tanta emoción contenida, tanta angustia y a la vez tanta alegría? ¿Cómo no dar gracias a Dios por permitirme vivir ese momento único, tal vez irrepetible, intenso y transcendente?
…El cielo seguía amenazante y presagiaba lluvia; hacía frío, pero no lo sentía. Me sumé a la caminata de mi familia para recorrer por primera y última vez las calles de mi pueblo y para compartir sus recuerdos, sus risas y sus lágrimas…

Había que regresar; nos abrazamos todos muy fuerte para sacarnos una foto en las escalinatas de mi casa y grabar así ese momento inolvidable y magnífico que aun hoy sigue intacto en mi corazón.
Las negras nubes se abrieron… un rojizo rayo de sol iluminó nuestros rostros; mis ojos pudieron ver por última vez aquel pueblo y aquella casa que marcaron el inicio de mi vida.




Así lo encontré a mi pueblo en 1987, tapado por el agua de la represa. Terrible dolor.



El puente que construyeron para atravesar el embalse.



Vista de la represa.



Un día de 1992, cuando vuelvo a San Pedro de Luna, donde nací. Estaba nublado, muy nublado. El agua había desaparecido porque tenían que limpiar las compuertas de la represa. Las casas, en ruinas, de pie todavía. Allá lejos estaba mi casa natal. Emoción en el acercamiento. Yo estaba con mi marido, mi hija, mi madre y unos tíos.



Sentada en la escalinata de mi casa natal. Sin palabras. La tormenta estaba pasando y los rayos del sol me abrigaban en ese día tan frío. Provindencial todo, ¿no?




Todos en lo que quedaba en pie de la casa. Me llevó días escribir este relato pero creo que finalmente valía la pena hacerlo y compartirlo.
 
Categoría : Quiénes somos... | Comentarios [7]
 
 
Comentarios
  felicitaciones
  Por : Daniel Peralta | 01 » Oct 2009 | 10:24 pm | Email
  felicitaciones maestra de tercer grado la verdad que es algo hermoso lo que pasó, debe ser una mescla de todo y de nada a la vez algo que no se puede describir con palabras ,,,no pierdas las esperanza de que vas a regresar, Dios da dos oportunidades a personas como vos, y verás que tu hermosa hija te llevara nuevamente a donde está tu lugar de nacimiento, la verdad que me emocione mucho al leer esta nota un beso muy muy grande y las quiero mucho.
  Felicitaciones y algo mas....
  Por : Angelica Roman | 07 » Oct 2009 | 09:50 pm | Email
  Mama. Bue, y que decirte no? Si yo tuve la dicha de compartir esta inolvidable experiencia con vos.... Son tan transparentes y expresivas tus palabaras que permiten transportarnos hasta alli.... Y creo que muchos lectores coincidiran en esto conmigo.
Por eso quiero Felicitarte..... y algo mas: Pedirte que continues en este camino que hace poco tiempo iniciaste (junto a Horacio y tus compas de los sabados) para dar a conocer la riqueza de tu vida!!!
Te amo
  UN ABRAZO DESDE ESPAÑA
  Por : Marcelino García López | 11 » Oct 2009 | 07:28 am | Email
  Gracias. Has conseguido emocionarnos con lo que has contado. Son grandes los recuerdos que hemos vivido en aquella tierra nuestra y que jamas olvidaremos. Esperamos que podamos juntos recordar los momentos que vivimos alli. Besos desde Huelva.
  Marianela Vergara
  Por : Marianela | 11 » Oct 2009 | 07:29 pm | Email
  que poder que tienen las palabras!
tu composición consigue que nuestra imaginación nos lleve hasta ese momento!
Muy linda tu historia!

Felicitaciones a todos los que llevan adelante este blog! me encanta que exploten al máximo sus cualidades literarias para hacer estas hermosas composiciones!! que componen en parte la historia de este lugar, tan llena de inmigrantes y nativos que tienen mucho MUCHO para contar!
Gracias por compartir sus experiencias!

Marianela
http://unoytodos.blogspot.com/
  mi casa bajo las aguas
  Por : Fernando Gonzalez Carey | 21 » Oct 2009 | 11:47 am | Email
  no sé qué significan
quiero destacar tu prosa llena de nostalgias confesadas, cómo articulás el milagro del atrás, que no quiere regresar pero lo hace. Me gustó mucho y veo que tenés oficio para desenterrar vivencias del ayer, para alegría de tus lectores
  recuerdos
  Por : isabel martinez san martin | 28 » Oct 2009 | 09:03 pm | Email
  mi querida prima consuelo, estas palabras y estas fotos me han traido recuerdos,tan bonitos y a la vez tan tristes,sobre todo al veros a todos disfrutar de tantos recuerdos. Siento ,que para mi no son tan hermosos ya que al ver a mi padre en esas fotos y que ahora no esta conmigo me produce tanta triteza que bueno no tengo palabras,un beso y seguir con estas historias.
  SOY GORDO PANSON
  Por : VVGBB | 15 » Sep 2010 | 06:53 pm | Email
  HABIA UNA VEZ TRUZ JAJAJAA...
 
 
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