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15 » May 2009 |
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NO PUEDO EVITAR EXTRAÑARTE TANTO, PAPÁ |
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Recibimos este correo: "Le envío una carta que le escribí a mi papá algo después de que ya no pudiera verlo.
Uds deciden si quieren incorporarlo. Saludos Laura".
Laura es una reconocida psicopedagoga de Cipolletti a la que conocemos y que publica con éxito columnas de análisis y opinión en el diario RIO NEGRO y por supuesto que nos fascinó su escrito. Aquí está.
POR LAURA COLLAVINI
lauracollavini@hotmail.com
¡No puedo evitar extrañarte tanto! No puedo evitar el llanto en cualquier momento y lugar. Tu recuerdo no sabe de tiempos ni de ocupaciones. Es obvio que cuanto más pasa el tiempo más notoria es tu ausencia y mi necesidad de vos.
Te tengo tatuado en el alma, en mí ser por completo. El sonido de tu voz, tus consejos, tus gestos. Extraño tus olores y hasta el sonido de tus pantuflas por la casa.
Te escapaste como la arena entre nuestros dedos. Nada pudo hacer que detengas tu marcha. Una vez más. ¿Pudiste ver nuestra desesperación para retenerte? Dejaste que te cuidemos sólo un poco. En esos instantes sentí que tuve a esa faceta de papá que muchas veces soñé. Reflexivo y cariñoso. Dejándose ayudar con una sonrisa y mirando a los ojos. Un abuelo tierno, sí. Así es como te recuerda tu nietita pequeña. “Extraño al abu dolfo” me dice. Yo no me animo a decirle que yo también porque rompería en llanto. Sólo puedo decirle casi como un vocablo fugaz que seguramente la estás mirando desde una estrella.
Yo sé que no es así porque te siento mucho más cerca. Al lado mío, viajando en el auto, cantándome una canción, dándome la mano cuando te extraño mucho o cuando duermo me acaricias el pelo.
Pero no me animo a decirle eso a Mayra. No sé cómo pueda interpretarlo.
Es que me diste tanto de tantas cosas que no puedo dejarte ir…sería como dejarme a mí misma.
Ahora empiezo a descubrir que tengo más cosas tuyas de las que creía. Sería mentira decir que aquellas que con las que siempre discutí con vos no las tengo.
En muchos momentos soy impulsiva, agresiva, soberbia, caprichosa.
¡Y me emociona descubrir aquellas otras que admiré con toda el alma! Me emocionan tanto que casi no me animo a desplegarlas porque te veo en mí como en una foto ampliada…cómo lograr cosas que siempre soñé escuchando tu voz de fondo…” ¡Vamos Laurita!”
¡¡¡Quisiera abrazarte y no dejarte ir nunca!!! Hubiera querido detener el tiempo con tus abrazos más suaves y contenedores.
Saber que te estaba perdiendo y no poder hacer nada fue demasiado doloroso.
Pero no nos olvidaste. Nos reconociste hasta el último momento. Tus neuronas fueron decayendo, se fueron agotando de tantos sacudones y tanto inventar cosas nuevas. Vida de genio rebelde, diría. De genio desordenado y descortés con la propia naturaleza. No pudiste cuidar tu genialidad genética, te alborotaste de placer y ambición. El cuerpo te mostró su verdad.
Maestro en bruto; pudo aprender de vos aquel que abrió sus ojos. Aunque muchos aprovecharon tu experiencia y saber, pocos pudieron reconocerlo y ayudarte cuando estuviste mal.
También tu enfermedad mostró que la humanidad no siempre conoce la riqueza del perdón.
Te doy gracias por dejarme aprender tantas cosas tuyas. Por ayudarme a volar como vos decías y alentarme a alejarme de vos para hacer mi camino. Gracias por ayudarme a estudiar aunque eso haya implicado no seguir con tus anhelos. Gracias por felicitarme en cada logro y mostrármelos.
Sé que conmigo cambiaste tu forma de criar y considerar a la mujer. Ya no me dijiste, como a mis hermanas que la mujer había nacido para estar en su casa. Gracias por eso también, por dejarme ver la posibilidad de cambio y por ser profesional, esposa y madre feliz. Porque casi todo es posible pero nada se consigue sin esfuerzo, y eso también me lo enseñaste vos.
Me pregunto una y otra vez por qué me tocó estar a mi solita cuando me dijeron que habías fallecido.
Me gusta pensar que me quisiste mostrar otro logro tuyo y que habías vencido al sufrimiento y a la denigración de perder tus funciones de las que tanto gozabas.
Yo me siento bien…decías hasta hace unos meses atrás…y yo que te veía abrir la puerta de la heladera para ir al comedor quería llorar y reír al mismo tiempo. “Siempre tan particular para su mirada de la realidad” pensaba.
Te cargabas de tus olvidos recurrentes pero también sufriste. Y eso no lo soporto. Quisiera olvidar tus momentos feos, esos que te inquietaban y que no podías ubicarte en tu casa.
Pero así y todo no nos olvidaste. Hasta el último instante despertaste una sonrisa al escuchar nuestra voz o nuestros nombres.
Gracias pa!!!!!
Seguís viviendo en mí y en cada cosa que hago también dejo tu huella.
Porque amabas al sur, porque amabas a la naturaleza, a tu Argentina y la familia.
Seguiré intentando dar honor por lo que me transmitiste tanto amor y valoración.
Tu hija Laura. |
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Categoría : UNA ESTAMPILLA y lista está la carta |  Comentarios [2]
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  ¡¡¡¡¡ CUANTO AMOR !!!!! |
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Por : Rodrigo Gastón Hernández | 24 » May 2009 | 01:51 am | Email
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Laura, seguro que ya logró el honor por todo lo que le transmitió ese ser tan querido, sus palabras no hace mas que irradiar amor, respeto y valoración, permítame, con todo respeto ¡ VAMOS LAURITA! adelante, un fuerte y muy emocionado abrazo , me conmovió hasta las lágrimas, desde este lejano sur de la Patria.
Río Gallegos, 23 de mayo de 2009 |
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me dejaste sin palabras |
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Por : maria | 07 » Sep 2009 | 03:49 pm | Email
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yo estaba angustiada debido a q tenemos un dia nublado en el cual uno no sabe q hacer y recuerda automaticamente lo q mas ama, en este caso compartimos la muerte de nuestros padres, y es como q dios me hizo entrar a esta pagina y vos estas hablando de mi padre, es increible todas esas palabras hermosas q decis son las q yo quiero gritar, cuanto amor laura es el mismo q yo siento por mi padre, y q uno no se da cuenta hasta que lo pierde te entiendo tu padre desde el cielo se siente orgulloso de la hija que tiene besos y gracias no sabes lo bien que me hizo leer tu comentario mucha suerte. maria |
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