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11 » May 2009 |
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Estoy en los Emiratos Arabes ahora y te digo... |
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Abu Dabi, 2 de Mayo del 2009
Habibi:
Que la buena ventura sea sobre tu vida, Habibi.
Te escribo para contestar tu inquietud respecto a la forma en que nos vestimos las mujeres musulmanas.
Nuestra vestimenta, nuestras túnicas negras y nuestros turbantes que solo permiten ver apenas nuestros ojos son producto de una fuerte convicción nacida con la práctica de las ordenanzas del Corán. Está escrito que solo el marido y los allegados a las mujeres casadas pueden ver su figura y su rostro.
Vivimos en pequeñas comunidades semi cerradas, aún dentro de las grandes ciudades, donde no es preciso que vistamos de esta manera. Solo lo hacemos cuando nos dirigimos lejos de nuestras casas.
Bajo nuestras negras túnicas vestimos jeans, remeras tal como Uds. Para aquellas a las que la fortuna económica les acompaña veras que usan, bajo las mismas, un chanel, un armani, un dolce & gabbana....
Nuestra situación social no es tan grave si la analizamos desde las ventajas con las que contamos. Somos respetadas en nuestras opiniones domesticas, no tenemos obligaciones fuera del hogar, nuestros hijos siempre recurren a nuestro consejo previo a las más importantes decisiones de su vida al igual que nuestros esposos. Somos las que reinamos en el hogar, donde nuestro señorío no es cuestionado.
Somos la ultima palabra en lo que se refiere a la elección de esposa para nuestros hijos y aún para las esposas subsiguientes de nuestros esposos. Hasta cuatro pueden tener, Pero la igualdad de derechos entre todas se respeta a rajatablas. Todas vivimos en diferentes casas sin interrelación y lo otorgado a una hace nacer el derecho de que la otra adquiera o acceda a lo mismo. Esta práctica cada vez es menos practicada por lo dificil que resulta a un hombre cumplir con estos requisitos.
Nuestras aspiraciones no van mas allá de eso pero en realidad cualquier mujer que pretenda cambiar su vida en este aspecto puede hacerlo refugiándose en el anonimato de las grandes ciudades lejos de los pueblos pequeños o de las vecindades cerradas dentro de los limites de éstas. En éstas encuentran pares para tales decisiones y hombres que comparten sus nuevas creencias.
De todas formas la mayoria opta por cubir su cabeza con una pashmina en simbolo más moderno de la orden del Corán.
Habibi, mira nuestras semejanzas, evita las diferencias que puedan separarnos y compartamos la alegría de saber que allá del otro lado del mundo hay alguien que te ama.
Farak te envía sus respetos y espera puedas volver pronto. Serás siempre bien recibida.
Que Alá te proteja.-
Amira DEREK
Texto y fotos:
Alida Gomez de la Vega
alidagv@yahoo.com.ar |
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Categoría : UNA ESTAMPILLA y lista está la carta | Comentarios [0]
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