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Brasil, 28 de febrero de 2009
Queridos hijos:
Espero que estas líneas lleguen a Uds. antes de mi regreso.
No puedo esperar para contarles que mi sueño, ese que siempre me acompañó sea una realidad.
Es un día brillante y yo estoy fascinada apoyada en la borda mirando el mar, un mar por momentos verdes, por otros azulado... está tranquilo con su clásico movimiento que va formando pequeñas olas. Parece un ballet. Se van intercalando de derecha a izquierda, de izquierda a derecha... se asemejan a cientos de bailarinas interpretando el "Lago de los cisnes".
Subir a este crucero fue como entrar en un cuento de hadas. Los espacios y la decoración increíbles. El personal, ni les cuento.
Cada paso que voy dando algo llama mi atención.
Actividades, todas las que se imaginen. Revistas musicales, gym, juegos, baile, charlas, exposiciones, dos piletas... más y más...Como se imaginarán, disfruto al máximo.
Hay muchísimas familias aquí... suegros, consuegros, hijos, nietos... Al mirar, pienso qué lindo sería que algún día podamos realizar un viaje todos juntos. En realidad, un poquito de envidia tengo ahora.
A mi regreso les cuento todo con lujos de detalles.
Un fuerte abrazo y otro más grande para mis cuatro soles. Los quiero, los extraño...
Mamá
Texto. Alicia de Castro |
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