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Cargadas de amor y encanto,
susurras palabras en mi oí= ;do.
Sigilosas envuelven mi corazón ardiente.
Es un manto de DULZURA plena,
que lo eleva al estado henchido
de una espléndida pasión naciente.
El perfume que dejas en mis sábanas,
cuando el sol asoma la despedida anunciando,
está cargado de DULZURA intensa.
Como una tierna canción de cuna,
logra tornarme dichosa y dormitando
con el arrullo de la felicidad inmensa.
¿Cómo devolverte tanta DULZURA acumulada?.
Con palabras que fuesen miles,
suspiros, llantos, risas y ternura.
¡Quisiera decirlo tan enamorada...!
Tan sólo un recurso me queda.
En mis besos…¡La DULZURA! |
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