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Por Alicia de Castro
“(…) Es posible que la forma de vida en el cual hemos nacido, es posible que esta casa, esta cena, si, incluso esas palabras con que esta noche estamos esclareciendo la pregunta de nuestra vida, es posible que todo esto sea cosa del pasado. Existe demasiada tención en los corazones humanos, demasiada pación, demasiado deseo de venganza. Miremos dentro de nuestros corazones: ¿Qué es lo que encontramos? Pasiones que el tiempo solo consiguió atenuar, pero no apagar. ¿Con que derecho esperamos algo distinto del mundo, de los demás?”
Con el derecho que nos dan los años, el haber aprendido y el haber enseñado a los nuestros que la vida debe seguir, y que con el alma llena de odio o rencores nunca, pero nunca se gozará de nada.
Con el derecho de haber podido cambiar tradiciones familiares, que en cierta forma nos han hecho mal
Hablo de esos rencores que perduraban de generación en generación y que nuestros mayores lo exhibían como estandarte, a ellos no les enseñaron a perdonar, al contrario.
Por suerte hemos evolucionado en algunos aspectos,. ¿Cuántos de nosotros fuimos cautivos,? ¿Cuántos de nosotros no nos hemos preguntado cue la causa de no haber gozado o echo travesuras con los primos o de no recordar haber tenido un tío pata?
Sí, es cierto que todos en mayor o menor grado hemos pasado momentos, difíciles, dolorosos, perdidas irreparables, etc., etc.
Sí, es cierto que muchas cosas jamás se olvidan, simplemente aprendimos a guardarlas en esa cajita imaginaria que todos poseemos
Dirán que es mentira, pero se puede, no es tarea fácil pero si nos lo proponemos podremos llegar a buen puerto.
El mundo está como está porque esto se fue realimentando no apaciguando no hace falta decir que existen muchos intereses mal intencionados, a simple vista se ven.
Mirémoslo desde esta perspectiva, hablemos de nuestros hijos, ellos son nuestro jardín, ese jardín que proyectamos hacia un futuro con un solo objetivo que puedan volar en libertad.
¿De qué forma? ¿Cómo? Dejando que ellos mismos cuando llegue el momento sepan discernir quien es quien, y no machacando constantemente sobre lo pasado, deben saber que la vida no es un lecho de rosas.
En mi caso tome la decisión de que haría lo posible para que en mi familia perduren los grandes recuerdos, ¿si lo logré? Creo que si, ¿Cómo? iInculcándoles el valor que significa, la unión familiar, respetándose mutuamente cada una de sus individualidades y sus mambos también.
¿Cuál es el derecho a esperar algo distinto de los demás? Es difícil, casi imposible, el mundo cambio, los valores cambiaron, la vida las familias cambiaron. |
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