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Caminos de tierra y piedra, de curvas y contra curvas.
Caminos que no fueron delineados por ingenieros ni construidos
por grandes empresas, sino por aquellos pioneros que en carros y carretas se desplazaron por nuestro territorio.
Caminos a cuya vera surgieron pueblos. Pueblos que hoy se comunican por carreteras, éstas sí delineadas por ingenieros y construidas por grandes empresas.
Caminos que aun son útiles a campesinos que deben concurrir a centros urbanos.
Cuando instalada en un comodo automóvil viajo por ellos recuerdo a mi padre y a tantos como el que en sus años mozos, los transitaron desafiando obstáculos, con frío, calor, viento, lluvia, pero con optimismo y esperanza.
Así se fue poblando el país. |
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