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23 » Oct 2009 |
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El sonido de aquellas campanas |
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Por Pilar Balcarce
Esta historia se desarrolla en Santalla, una aldea perdida en las montañas gallegas de la provincia de Lugo, España.
De mi niñez tengo el recuerdo de haber escuchado anécdotas de aquellos lugares lejanos donde habían nacido mis abuelos. Algunas muy alegres, otras tristes contadas con mucha ternura y gran nostalgia.
Gracias a ellas supe como se vivía en esa época tan lejana. Las costumbres ... los festejos, que generalmente eran religiosos ya que el día del santo patrono tenía el privilegio de ser la fiesta mayor de la aldea.
Se comenzaba el día con una misa que reunía a todo el vecindario. Vestidos con sus mejores galas acudían a la iglesia llamados por el sonido de sus campanas. No tenían más remedio que escuchar el sermón del cura de turno que se tornaba bastante aburrido pues el tema se centraba en consejos sobre la virginidad, por entonces muy importante. También la obediencia. Sin ambas cosas seguro que el castigo de Dios llegaría sin remedio. Qué pesados!
Mi abuela siempre fue rebelde; por lo tanto se burlaba bastante de los dichos del cura. Eso sí, lo que siempre recordó con mucho cariño fue el sonido de aquella campana que según ella era el más cantarín de toda la comarca.
Por suerte, hace unos años visité Santalla. Caminé con mucha emoción sus callecitas bordeadas de casas de piedra. Reconocí muchos lugares de los que había escuchado hablar a mi abuela.
Por supuesto llegué a la capilla que según el sacerdote actual tiene más de 500 años. Tuve la suerte de escuchas las campanas porque el padre Emilio las hizo sonar para que yo las oyera.
Sentí una emoción profunda, única. Ahora no sabría describirla con palabras.
Esta es una de las experiencias más bonitas que me ha dado la vida. |
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Categoría : Ocurrió y es importante | Comentarios [0]
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