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11 » May 2009 |
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ANGELINA, una gran madraza, sobre todo |
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Por Consuelo García
mariaconsuelo.garcia@yahoo.com.ar
Tiene ochenta y tres “jóvenes” años. Se llama Angelina… Es una inmigrante española, pero por sobre todas las cosas es MI MADRE.
Una mujer fuerte, valiente y decidida, emprendedora y con una claridad de pensamiento fabulosa. Su vida ha sido vivida intensamente.
Recuerda con mucha emoción…
“Corría 1951. En el Puerto de Cádiz estaba anclado el “Cabo de Hornos”, un barco inmenso que estaba listo para llevar muchas ilusiones y también a los quedaban en el Puerto… Cargamos nuestros baúles y valijas, nuestras ilusiones y nuestras tristezas. Fueron veintidós días de interminable travesía en un océano que parecía un monstruo que quería devorarnos…”.
Suspira profundamente, se acomoda en el sillón y sigue recordando…
“El 22 de mayo de 1951 llegamos al Puerto de Buenos Aires y desde allí, a Chimpay, casi el desierto. Mucho lloramos allí con tu padre; deseábamos regresar, pero no era posible ni económica ni emocionalmente porque había que hacer la América…”
Y yo sé que fueron haciendo la América, que no era otra cosa que trabajar duro en la tierra, esa pequeña chacra que fue dando sus frutos y haciendo realidad sus ilusiones: darme una carrera, arreglar la casa, plantar más frutales, comprar alguna maquinaria nueva, en fin… vivir la vida en una tierra que nos abrió sus puertas y que nos permitió vivir en paz… Pero el recuerdo de la familia y de la tierra española siempre estuvo presente, como un aguijón clavado en el corazón y sin ninguna duda que dolía y mucho.
Pero ahí estaba mi madre con su empuje y con su fortaleza, mirando siempre hacia adelante, haciendo proyectos, a pesar de haber perdido muy joven a su compañero, mi padre... un ser especial que, como mi madre, marcó mi vida con valores muy fuertes y me dejó la ternura de su mirada bondadosa y agradecida por haberle regalado una hermosa nieta a la que pudo disfrutar tan sólo cuatro años…
Hoy, gracias a Dios, mi madre sigue disfrutando a su nieta y con ella nos sentimos orgullosas de esta mujer que cada día nos deja su sabiduría de vida hecha de trabajo, de dolor, de añoranzas, de mucho amor, pero sobre todo de muchos años vividos muy intensamente…
Siempre esperamos ansiosas que nos cuente como vivió en España cuando era pequeña, qué recuerdos tiene de la guerra civil española, del sufrimiento posterior, porque no había trabajo ni comida, de su amor por mi padre, de mi nacimiento, de su llegada a este valle, de lo mucho que tuvo que trabajar para “hacer esa América” que tanto deseaba mi padre. Y sin ninguna duda que ella Hizo la América y nosotras nos sentimos muy orgullosas de tenerla a nuestro lado y, sobre todo, de disfrutarla porque es un ser humano excepcional…
¡Mamá! Gracias por habernos regalado tanto amor, tanta fortaleza y tanta sabiduría de vida. |
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Categoría : Historias que merecen ser contadas | Comentarios [3]
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Mi más profunda admiracion!!! |
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Por : Laura Collavini | 14 » May 2009 | 11:16 pm | Email
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Los felicito por el blog!
Está repleto de vida, de energía, de cosas nuevas!
Estoy convencida que la juventud es del alma. La admiración es por la capacidad de transmitir el disfrute con otros tiempos. Despiertan deseos de estar en algún momento tan tranquila como para poder disfrutar plenamente el vuelo de un pájaro o mirar hacia atrás y recordar con alegría. Hacia adelante observar que hay tanto por hacer y compartir!
En el recorrido de la vida se buscan huellas en dónde guiarse para saber si pisar o no en lo que resta del camino...Uds. con esto se transforman en preciosas guías!
Cuenten conmigo! |
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saludo |
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Por : isabel martinez | 28 » Oct 2009 | 08:52 pm | Email
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mis felicitaciones por tanta historia bonita espero que sean muchas mas |
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madrazas |
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Por : Fernando Gonzalez Carey | 29 » Oct 2009 | 07:36 pm | Email
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Consuelo, hiciste un emocionante trabajo, claro y pleno de nostalgias, especialmente por la figura de tu padre que aparece bien de pie, invitando a hacer la América...
Lo que decís de tu madre está a la vista, con solo ver esos ojos inundados de mansedumbre...
¡Qué bueno que estuvo! (bien argentino)
Ahora tendrías que dsalir un poco de lo autobiográfico e ir creando ficciones...Tenés oficio y este taller te va a ayudar-
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