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Dos días a la semana, las pandillas de la industrial ciudad mexicana de Monterrey (norte) dejan las cadenas, las navajas y las drogas para cambiarlas por bolas numeradas y palos para jugar billar.
Desde hace cuatro meses una cadena privada de billares logró lo que las autoridades mexicanas no han podido: disminuir el pandillerismo, los robos y el grafiti, ofreciéndoles a los jóvenes de entre 18 y 29 años una alternativa de diversión en lugar de las riñas callejeras y la violencia.
"Todos los lunes y los miércoles, desde hace tres o cuatro meses hacemos concursos de billar a los que convocamos a las pandillas de la zona a que participen de manera gratuita en torneos y les damos premios", dijo Jorge Rodríguez, encargado del lugar.
El empleado reconoció que sólo lo pueden hacer dos días a la semana, por cuestiones comerciales. Pero "tratamos de contribuir en algo, sin que se sepa abiertamente, no tratamos de convertirnos en héroes, ni nada por el estilo, es una manera de ayudar a mejorar el mismo entorno donde nos instalamos", explicó.
Aunque la cadena de billares llamada Pool' sólo cuenta con tres locales en el estado de Nuevo León (norte), cuya capital es Monterrey, en conjunto reúne más de 200 mesas para practicar este deporte y lo único que los asistentes pagan es lo que consumen: un refresco, cervezas, tacos o alguna fritura.
Al sonido de la música de moda, durante cuatro y hasta seis horas, los jóvenes bailan y además se enfrascan en pensar estrategias de cómo derrotar a los equipos rivales para ganarse el trofeo, que la mayoría de las veces son gorras, playeras (casacas), cubetas de cerveza o incluso dinero en efectivo.
Tan sólo en la zona metropolitana de Monterrey hay unas 2.000 pandillas conformadas por unos 30.000 jóvenes de entre 15 y 25 años, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado de Nuevo León.
"El problema de estos grupos rebasó a las autoridades porque no se acercan a los jóvenes, no les interesa lo que la juventud necesita", dijo Lorenzo Encinas Garza, sociólogo experto en pandillas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
"Lo vemos como un foco rojo, se ha visto más en la zona Norte, pero también se ha visto en Guadalupe, San Nicolás y Santa Catarina", indicó, al referirse a los municipios conurbanos del oeste y este de Monterrey, la tercera ciudad de México con 4,5 millones de habitantes y asiento de grandes corporativos locales e internacionales.
En este sentido las autoridades, abundó, son incapaces de combatir el problema que generan las pandillas: inseguridad por los desmanes, destrucción de propiedad privada, robo a viviendas, robos de vehículos o grafitis en las paredes.
"La neta (verdad), los MARGINADO$ (marginados, es el nombre de la pandilla) somos los mejores, hemos ganado las preliminares y vamos a echárnoslos a todos", comentó Sergio Gómez, apodado "el Checo", entre su pandilla de 15 integrantes.
Los lunes y los miércoles, en el billar cambia la escenografía de los asistentes, que están vestidos con amplias bermudas, holgadas playeras de colores obscuros con símbolos satánicos, peinados sin forma, tatuajes y aretes por todo el cuerpo, y chanclas (sandalias) o tenis.
"'Los Duendes' somos los mejores, un saludo a los batos y a la banda y les dedico el tiro", dijo Nayhelli Ruiz, apodada 'la Cachorra', justo antes de colocar la bola ocho en la buchaca de la esquina para darle la victoria a su pandilla de 20 jóvenes. Jorge Rodriguez, el empleado a cargo del Pool ubicado al sur de la ciudad, confesó que cuando iniciaron el programa tuvieron miedo.
"En un principio nos daba miedo, no sabíamos qué iba a pasar, pensábamos que se iban agarrar a golpes aquí mismo si uno perdía o bien que nos iban a reventar el lugar. La verdad son muchos, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta que la mayoría son buenos muchachos, yo creo que solo les hace falta espacio", dijo.
"En promedio, creo que sacamos a unas 500 ó 600 pandillas de las calles cada lunes en los tres pooles", comentó Rodriguez, quien dijo que aún no tienen planes de ampliarlo para otros días, aunque continuarán operando así de manera indefinida. (AFP) |
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