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No basta con el asistencialismo insiste la Iglesia Católica a la hora de hacer algo con la creciente pobreza.
Por eso me pareció interesante que Delia Gómez, la funcionaria de Acción Social de la comuna de Roca, Río Negro, se enterara de lo que hoy dijo el titular de Cáritas Argentina, obispo Fernando Bargalló, quien destacó el renovado compromiso de los agentes de la organización caritativa de la Iglesia con "la opción preferencial" por los excluidos sociales, y anticipó que se preparan para movilizarse ante "los nuevos escenarios de pobreza", como los ataques al medio ambi.
"Buscamos el modo de trabajar para animar procesos comunitarios, y no simples acciones, frente a la vida amenazada por la pobreza económica, física, espiritual y moral, y también para coordinar cómo potencial la promoción humana", explicó a DyN el prelado que preside en Mar del Plata la asamblea nacional de Cáritas.
Medio millar de delegados de 64 diócesis evalúan desde ayer y hasta el domingo, en el colegio Santa Cecilia, las líneas pastorales que guiarán la tarea de Cáritas el próximo trienio, sin ser ajenos a los trastornos por la falta de agua en la ciudad balnearia.
"Es una forma de vivir las carencias en carne propia, aunque hoy la situación parece que comienza a normalizarse", dijo a esta agencia una de las participantes.
El titular de Cáritas adelantó a DyN que inclusión social, formación ciudadana y atención de los "nuevos escenarios de pobreza", como el cuidado del medio ambiente ante los "ataques cada vez más frecuentes al hábitat común", serán las líneas pastorales que guiarán la institución y prevén proclamarse mañana el cierre de las deliberaciones.
"La idea es coordinar cómo aproximarnos al pobre. No de un modo meramente asistencial o paliativo de miserias, sino como creyentes y actitud fraterna. No desde la superioridad del que puede dar, sino desde el hermano que comparte", precisó Bargalló.
Tras insistir en que el objetivo de Cáritas es "implicarse en la construcción de una sociedad más justa", aseguró que esto se logra "a través de la renovación de los valores, porque la pobreza como la crisis (económica) es una cuestión compleja", explicó.
"La pobreza tiene su lado económico, pero no es el único. También están los padecimiento por el sin sentido de la vida, o por no saber cómo rechazar lo que destruye la vida, como la droga, el alcohol o el juego", advirtió el obispo. |
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