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Los miles de plantines florales que embellecen las plazas y parques municipales de las ciudades de Viedma y Carmen de Patagones son cultivados por los alumnos de 4to. año de la Escuela Secundaria de Formación Agraria (ESFA).
Se trata de un establecimiento ubicado en el corazón del valle irrigado, cercano a Viedma, dependiente del Ministerio de Educación de la provincia de Río Negro bajo el régimen de jornada completa.
La experiencia, iniciada hace cuatro años con el municipio viedmense, con el agregado posterior de la comuna de Patagones, beneficia a las arcas municipales con el ahorro de casi un 25 por ciento del costo, en comparación con el precio que cobran los invernáculos privados.
Pero, además, la ESFA incorpora recursos para el financiamiento de sus otras actividades de formación agraria; en tanto los alumnos realizan una práctica concreta que puede convertirse en una salida laboral.
La actividad se realiza en invernaderos, en el marco de la materia 'Cultivos bajo cubierta' cuya docente, Nora Liccardi, describió a Télam los detalles del proceso.
"Ahora estamos entregando a los municipios la producción de otoño, de unos 14 mil plantines de la variedad 'viola', que tiene parecido con la flor del pensamiento" afirmó, en el comienzo de la charla.
Explicó que "estas plantas ya florecidas y listas para ser colocadas en plazas y bulevares comenzaron su desarrollo en agosto pasado, a partir del micro plantín que llegó de un vivero de la localidad de Moreno y que los propios alumnos repicaron en las macetas plásticas".
"Lo interesante del proceso es que antes de trasplantar esa minúscula plantita nosotros elaboramos aquí el sustrato, es decir la tierra en donde crecerán las flores, usando suelos de la misma chacra de la escuela, con el agregado de nutrientes", agregó.
Los múltiples cuidados posteriores, tales como riego y desmalezamiento, y la regulación de la temperatura en el invernadero, usando redes de media sombra en verano y calefactores en invierno, son tareas a cargo de los estudiantes de 4to. año.
En pleno verano, cuando los chicos están de vacaciones, es cuando las 'violas' requieren hasta tres riegos por día; como el personal estable de la ESFA no da abasto se convoca a alumnos de ciclo anterior y se les paga las horas trabajadas.
Durante el resto del año escolar los jóvenes ocupan en el invernadero las 12 horas de clase semanal de la materia, siempre bajo la conducción de Nora.
El invernadero es el aula, los chicos circulan entre las filas de plantines, sacan yuyos y riegan; uno pregunta "profe, ¿por qué esta plantita creció tan poco?".
"Posiblemente en el sustrato nos equivocamos con el nutriente, dejala separada que lo vamos a ver mejor" contesta la docente.
"El cultivo bajo cubierta no se detiene nunca, en dos semanas ya termina la entrega de esta producción de violas, y enseguida empezamos con el cultivo de petunias, que van a florecer entre fines de octubre y mediados de noviembre" puntualiza después la profesora.
Los alumnos aprenden a cultivar plantines florales, pero en el mismo predio de la ESFA, una chacra de 20 hectáreas a 12 kilómetros de Viedma, realizan experiencias con hortalizas y frutillas.
Los chicos participan con alegría y entusiasmo en todas las tareas, porque saben que el resultado de sus prácticas contribuye al embellecimiento de las ciudades, o provee de alimentos frescos al comedor de la misma escuela.
Pero también, según comentaron a Télam en la charla matizada de ocurrencias adolescentes, valoran que el manejo de cultivos bajo cubierta capacita para emprendimientos propios, como posibles explotaciones comerciales en el futuro.
Info de la agencia Telam |
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