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La pequeña escuela primaria de Hemsptead (Nueva York, este) dio a conocer oficialmente el jueves su nuevo nombre, "Barack Obama", convirtiéndose en el primer plantel educativo público que toma el nombre del nuevo presidente de Estados Unidos.
La dirección del centro escolar y los niños que tuvieron la iniciativa de cambiar el nombre develaron el miércoles el nuevo letrero de su escuela en letras doradas sobre un fondo azul.
"Al adoptar el nombre del presidente, queríamos conservar la gran esperanza que inspiró: poder cambiar su país, hacer que el mundo sea mejor", declaró a la AFP Jean Bligen, director de la escuela elemental de Ludlum, con 460 alumnos, en su mayoría de grupos minoritarios (negros e hispanos).
"Esto no tiene precedentes", dijo John Gillis, profesor de historia de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, este), refiriéndose al hecho de bautizar instituciones públicas o calles con el nombre de un presidente en ejercicio.
Este tipo de prácticas "ocurre en regímenes autoritarios o en períodos revolucionarios y la encuentro un poco inoportuna, pero supongo que tiene que ver con el entusiasmo general" que siguió a la elección del primer presidente negro del país, continuó el docente.
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