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19 » May 2008 |
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"Historias insólitas de la historia argentina", de Balmaceda |
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Por Mora Cordeu
El libro "Historias insólitas de la historia argentina", de Daniel Balmaceda reúne un conjunto de viñetas que pueden leerse como un relato sobre los contrastes y los cambios profundos que tuvieron lugar en territorio argentino en el período comprendido entre mediados del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.
"La historia de la Argentina no surge de un solo lugar, son muchos los puntos desde donde se va construyendo la historia del país. Tampoco esa construcción es lineal. Pasa por momentos y situaciones que si bien pueden contrastar forman parte de un mismo escenario", sostiene el autor.
"En 1866 no estaban todos en la guerra contra el Paraguay: mientras aparecía el tranvía y la traza de nuevos barrios, se desarrollaba la campaña del Desierto. La historia comienza a tener muchas más dimensiones", considera el periodista, miembro titular y vitalicio de la Sociedad Argentina de Historiadores.
Para Balmaceda, la clave del libro fue armar un rompecabezas coherente que mostrara la densidad de esos tiempos, en los que a partir del final del período de Juan Manuel de Rosas (en 1852 con la derrota de Caseros) comienzan las transformaciones.
"Con el ferrocarril y el tranvía las ciudades se expanden y el progreso edilicio es muy fuerte. Es uno de los momentos bisagra de nuestra historia", considera.
Los pequeños relatos, apuntes cotidianos, anécdotas, seleccionadas por Balmaceda muestran a una ciudad que crece aceleradamente y lo que ocurre en las márgenes, en el interior del país, un territorio que por su extensión presentan mil facetas.
Hay historias buscadas por Balmaceda para ejemplificar estas realidades tan diferentes: así es como se cuenta la decimosegunda boda del cacique Ramón Tripailaf de tres días de duración, con mucho alcohol y manjares ranqueles como sangre coagulada de yegua, asado de cuero de costillares de potro o churrasco de alas de avestruz.
Como contrapunto, el periodista narra el casamiento de María Elvira Alvear con su tío segundo, José Pacheco y Anchorena donde lo más granado de la sociedad argentina se trasladó en tren desde Retiro a la estancia de Talar del Pacheco, en la que se celebró la ceremonia.
Balmaceda es autor de "Espadas y Corazones. Pequeñas delicias de héroes y villanos de la historia argentina", "Oro y Espadas. Desde que Pedro de Mendoza se instaló en Buenos Aires por culpa de un loco hasta cinco minutos antes de Mayo de 1810" y "Romances turbulentos de la historia argentina".
Como trasfondo de varias historias aparece la criada africana María Haedo de Acosta, quien murió de senectud en Buenos Aires a los 127 años el 1 de enero de 1884. Y un muestrario de personajes que llegaron a estas tierras. Algunos seducidos por ese halo de fin de mundo -su impronta inicial- y otros por la vida fastuosa que comienza a llevar la elite argentina en Europa.
Así es como desfilan personajes como Enrico Caruso (visitó el país en seis oportunidades), el aviador francés y tenista amateur Roland Garros (llegó en barco en 1912), Antoine de Saint Exupery (arribó en 1929 y escribió su libro "Vuelo Nocturno" en Buenos Aires) o el aventurero francés, monsieur Lartet (que el 30 de octubre de 1856 segundos después de soltar amarras estrelló su globo donde luego se alzaría la Confitería del Molino).
El libro, recién publicado por el Grupo Editorial Norma, recoge anécdotas del interior como "Eulalia gobernadora" (la primera gobernadora de facto de nuestra historia), "¿Qué viva Varela?" (el hombre que no quería subordinarse al poder central de Buenos Aires) o "la invasión a Jujuy" (de cómo se perdió parte de la memoria escrita de esa provincia).
Y varias historias porteñas: desde la llegada de los bomberos, pasando por los primeros taxis y la pista de hielo que luego se convirtió en el Palais de Glace, hasta la inauguración del Jardín Zoológico, el origen de la canción Aurora, el primer choque y la construcción del Obelisco.
La investigación saca brillo a historias "que estaban perdidas en archivos, en diarios o revistas. Por ahí fueron noticias pequeñas que se refuerzan al descubrirlas adquieren otra dinámica sobre un período oculto por el romanticismo de la época colonial".
¿Qué tiene este período? "Si uno se entusiasma con estas historias, puede en muchos casos ir al lugar, sentir como esa historia cobra vida en algo que todavía tenemos y que por suerte no hemos perdido", concluye Balmaceda. (Télam) |
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Categoría : ¿SEGURO QUE NO MUERDEN? |  Comentarios [0]
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