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24 » Oct 2008 |
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ALICIA ALONSO, legendaria maestra de la danza en Cuba |
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Por Silvia Ayuso, desde La Habana (de la agencia DPA)
Fotos: agencia AP
El Ballet Nacional de Cuba (BNC) necesitó muchos menos de los 60 años que ahora cumple para hacerse, dirigido siempre por la "prima ballerina assoluta" Alicia Alonso, con un lugar propio en el Olimpo de la danza.
A punto de celebrar su redondo aniversario, el historiador del BNC, Miguel Cabrera, reflexiona en entrevista con la agencia dpa sobre las aportaciones del ballet cubano a la danza universal.
-¿Qué ha significado el BNC para el mundo del ballet?
- Miguel Cabrera: En el mundo entero se baila ballet, pero muy pocos han podido lograr la creación de una escuela. Pienso que la escuela cubana de ballet es el más grande aporte que ha hecho el ballet cubano a la cultura universal. Porque no solamente es la existencia de una gran compañía ni la presencia de una figura legendaria como es Alicia Alonso, y una pléyade de luminarias que surgieron en torno a ella, sino que se ha creado la más grande conquista: crear una escuela.
- ¿Cómo se puede definir esta escuela cubana de ballet?
-Es el resultado de una fusión de elementos que el BNC y sus fundadores Alicia, Fernando y Alberto (Alonso) fueron seleccionando de las escuelas que ellos conocieron y las fueron adecuando al físico cubano, a nuestro temperamento, raíces culturales, idiosincrasia e inclusive hasta a nuestro clima.
Eso desde el punto de vista de cómo se asimila la técnica. Pero hay rasgos puramente cubanos, como el respeto irrestricto a las posiciones básicas del ballet académico, ductilidad estilística, la rapidez de las piernas, heredado de los maestros italianos, y el giro, que puede ser lento o rápido.
Y hay un diálogo entre el bailarín y la bailarina, que es uno de los rasgos que más nos identifican porque hay compañías en que el bailarín y la bailarina nunca se miran.
Aquí siempre hay una conversación entre los bailarines.
También la mezcla de razas, una integración no exótica sino real como somos nosotros como pueblo, y también te vas a encontrar el equilibrio, el balance, la musicalidad, (el crítico Arnold) Haskell dice que los bailarines cubanos bailan como acariciando la música. Es una forma de bailar diferente, que yo lo llamo el milagro cubano. Ese milagro es la escuela cubana de ballet.
-¿Tuvieron que luchar contra muchos prejuicios para afianzarse en el mundo de la danza clásica?
-¡Claro! En 1948, cuando nace el Ballet, no había tradición de ballet ninguna en Cuba. Para hacerse profesionales, Alicia, Fernando y Alberto tuvieron que irse de Cuba. Fue un trabajo constante de 60 años. Una de las líneas de trabajo fue la divulgación masiva del arte del ballet y ésta incluyó vencer prejuicios. Para eso era necesario sacar el ballet de los marcos teatrales. Se hicieron funciones apoyadas por la FEU (Federación de Estudiantes Universitarios) en el Estadio Universitario, donde por primera vez el público, la gente simple, pudo ver el ballet y pudo comprender que podía entenderlo. Por eso, tras el triunfo de la revolución, que se pusieron al alcance todos los recursos, hemos hecho giras a lo largo y ancho del país. Creo que todo eso ha hecho posible que el público de ballet en Cuba sea todo el pueblo cubano. También una de las cruzadas del BNC ha sido llevar su ejemplo y despertar talentos y cultivarlos en América Latina.
-Alicia Alonso es el alma del BNC. Cuando ya no esté su figura, ¿cómo se avizora el futuro del ballet cubano?
- Su sitial en la historia no lo ocupará nunca nadie, ese es un lugar para ella. Su labor fundacional, el ser capaz de mostrar las altas cimas de talento que tienen los cubanos le pertenece a ella para siempre. Pero hay una frase que le dedicó uno de los grandes escritores cubanos, Juan Marinello, que dijo que "su grandeza estribaba no solamente en haber hecho gloria, sino en haber hecho escuela".
Las "cuatro joyas" (Mirta Pla, Josefina Mendez, Aurora Bosh y Loipa Araujo) no fueron "Alicias de imitación", cada una tuvo una personalidad muy individual. Y hay una consecuencia posterior: la sucesión de generaciones que han bebido y siguen bebiendo del ejemplo de su fundadora, con una red de enseñanza en las 14 provincias de la isla.
En 1956, cuando (Fulgencio) Batista agredió al ballet de Cuba suprimiéndole la ayuda, Alicia dijo unas palabras proféticas: "Yo tendré que marcharme de Cuba para seguir haciendo mi carrera, pero estoy segura de que el ballet de Cuba no muere porque lo dejo en manos del pueblo". El BNC y el ballet cubano están en manos del pueblo cubano, y éste nunca dejará de existir y por lo tanto, encontrará en ese pueblo la garantía de su permanencia. |
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Categoría : ENTREVISTAS |  Comentarios [0]
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