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"Mal de la escuela", del popular escritor Daniel Pennac (editorial Mondadori) provocó un intenso y hermoso debate en Fracia sobre el proceso de aprendizaje visto desde el que no aprende.
Para Fernando Savater, que lo comenta en el suple de Educación de El País, "el libro de Pennac tiene muchas cosas valientes y de interés. Por ejemplo, ahora que tanta lata nos dan con que la educación es propiedad de los padres, su defensa del papel de la escuela: "Todo lo malo que se cuenta de la escuela nos oculta los numerosos niños a los que ha salvado de las taras, de los prejuicios, de la abulia, de la ignorancia, de la estupidez, de la avidez, de la inmovilidad o del fatalismo de las familias". Y también su reivindicación del papel singular e inexcusable de los buenos maestros, más importante que los planes de estudio, la tolerancia de los pedagogos progres o la exigencia de disciplina de los autoritarios para rescatar al zoquete de su condición de tal: "Basta un profesor -¡uno sólo!- para salvarnos de nosotros mismos y hacernos olvidar a todos los demás".
¿Está bueno no? En tiempos de tanto descreimiento Savater, una vez más, brinda un soplo de esperanza. |
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