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El ministro de Educación de la Nación, Juan Carlos Tedesco, advirtió que el nuevo régimen de sanciones que desde hoy rige en las escuelas porteñas no tendrá "sentido" si no es acompañado por una "estrategia global" que incluya una "relación de aprendizaje".
Por decreto, se determinó que a partir de hoy los docentes porteños podrán sancionar a los alumnos, sin mediación del Consejo de Convivencia, que antes intervenía en los casos de indisciplina, luego de registrarse varios casos de maltrato a profesores, que fuerte repercución mediática.
"Estamos todos de acuerdo en que hay que poner sanciones, pero siempre que esas sanciones cumplan un rol, marquen un camino; ya supimos lo que es un régimen de amonestaciones en el pasado, y cuando funcionó tampoco dio resultados", apuntó el ministro, en declaraciones a la radio Global Station.
Tedesco coincidió en la necesidad de implementar medidas que "contribuyan a enseñarles a los chicos a respetar los límites" pero consideró que "aisladamente no tienen sentido" ya que deben "formar parte de una estrategia más global, combinada con una relación de aprendizaje".
Los profesores secundarios de la ciudad recuperaron la autoridad para sancionar indisciplinas, por lo que estarán facultados, según se precisó, para castigar el uso de teléfonos celulares, la interrupción de la clase con ruidos, o la utilización de lenguaje grosero. Por el nuevo decreto, se considerarán "conductas absolutamente inadmisibles" la agresión física y verbal, la falta de respeto, la ofensa a los símbolos patrios y religiosos, la discriminación y la ruptura del material escolar.
La Ley 223, en 1999, creó los Consejos de Convivencia y abolió las amonestaciones, por lo que los profesores quedaron limitados en su capacidad para sancionar directamente a quienes consideren que tuvieron faltas, durante las clases. |
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