Los Angeles Lakers le ganó a Orlando Magic en la noche del domingo, y con eso consiguió su decimoquinto anillo de la NBA. Esto, para alguien que no tenga la menor idea de básquet, quiere decir que esta franquicia ganó su título número 15. Un anillo dorado con el logo de la liga para cada uno de los jugadores que salen campeones. Un anillo que tiene más kilates de figurita difícil que de metal preciado.
Fue el mejor equipo a lo largo de toda la temporada. Y sobre todo en la final contó con la regularidad machacante del español Pau Gasol, alguien que no me despierta ninguna simpatía en particular, que hace un trabajo que no parece espectacular, pero es el tipo de trabajo que necesitan los Lakers, y alguien además que terminó siendo, "libra por libra", el mejor jugador de la serie final. Es cierto que también estuvieron los triples determinantes de Derek Fisher.
Está claro que solos, los dos, no hubieran llegado a ningún lado. Y que cuando las papas quemaron, el que terminó apareciendo fue Kobe Bryant que, es sabido, pese a sus no tan buenos porcentajes en tiros de media distancia, suele tener especial puntería para los lanzamientos que definen los partidos.
Más allá de esta salvedad, si tengo que rescatar algo de este equipo es la fortaleza mental. Una novedad si se compara con otros equipos de los Lakers donde todos terminaban haciendo la suya. Por lo general, en estos playoff no les fue tan fácil ganar (la paradoja tal vez sea que lo que menos les costó fue la serie final, que se adjudicaron 4-1, con partido consagratorio de visitante).
Pero siempre terminó imponiéndose por carácter, por el solo hecho de lograr que la pelota pesara en el último segundo lo mismo que en el resto del partido.
Abajo, un compilado con lo mejor de Kobe en 2009. (Por espectacular, no por expresar lo que este blog considera como un jugador integral.)
El periplo de Guillermo Saccomanno en Neuquén, sobre quien escribí en el post anterior, pueden seguirlo acá, con una muy buena crónica que incluye una charla sobre literatura con presos de la Unidad 9 y otra con Sandra Rodríguez, la compañera de Carlos Fuentealba.
Dos versiones de Lionel Messi, una de Roberto Saviano, autor conocido en estos lares por su libro Gomorra, luego de cuya publicación no hay firma italiana dispuesta a asegurarle la vida, y otra, la que más me gustó, del periodista inglés John Carlin, publicada el fin de semana en El País.
Y sí, Manu volvió a lesionarse (en principio, la misma fractura de peroné que lo dejó afuera durante más de un mes este año). Y quedó afuera para lo que queda de la temporada de la NBA. Se esfuman las chances de los San Antonio Spurs de aspirar al título. Y hay que ver el margen que tendrá el bahiense para negociar su incorporación a la selección argentina en el Mundial de Turquía, el año próximo. Claro, primero hay que clasificar. Pero los Spurs ya se habían mostrado reticentes a concederlo para que juege los últimos juegos olímpicos, también por una lesión previa. ¿Se pondrán todavía más duros tras la seguidilla de lesiones?
Abajo les dejo un top ten con las diez mejores jugadas que hizo en los play off 2008.
Como esto, en sus inicios, también intentó ser un blog que cada tanto mechara algún post de básquet, me entrego por un rato a esa idea.
El mejor argentino del año en la NBA es Luis Scola. En apenas su segunda temporada en Houston Rockets le bastó para demostrar todo lo que puede sumar en un equipo, en una liga donde el juego en conjunto no es lo más habitual. Algunas lesiones, y la mirada entre despierta e impávida de Rick Adelman -técnio de Houston- se conjugaron para que tuviera las primeras chances.
Rápidamente se convirtió en una pieza insustituible para los Rockets. Y me imagino que hay muchos que ahora se rasgan las vestiduras por haberlo dejado pasar. San Antonio Spurs, entre ellos. Sus números son impecables: 12,7 puntos y 8,7 rebotes por juego, con partidos de 20 puntos y más de 10 rebotes. Es decir, promedia casi "una doble figura", rubro que define a quien supera los dos dígitos en alguno de los casilleros estadísticos: más de 10 rebotes, robos, asistencias o puntos, por ejemplo.
Con Manu todavía tocado por la incertidumbre que envuelve su tobillo, algo que no le impediría estar bien en los partidos del final de la temporada, y con "Chapu" Nocioni acomodándose a su nuevo equipo (los Chicago Bulls lo cambiaron a Sacramento King, peor equipo de la liga, donde seguro encontrará los minutos que merece tener), Scola viene ganando protagonismo entre los jugadores extranjeros de la liga.
Cultivó siempre el perfil bajo, pero antes de su paso por la NBA era uno de los mejores internos del mundo, fuera de la liga estadounidense.
Pero la pregunta que me hago es la siguiente: después de Manu, ¿no es el segundo mejor jugador de la historia del básquet argentino? Hablo de su peso específico y sus cualidades técnicas. Se sabe lo mucho que pusieron el hombro otros en la Liga Nacional, para que el básquet argentino esté dentro de los tres más importantes del mundo (no me olvido ni de Milanesio, Cortijo, Montenegro, durante los últimos 30 años).
Da para discutirlo, pero me parece que por su nivel, y por cómo se cargó el equipo de en los Juegos Olímpicos de Beijing, es el segundo más importante de la historia.
Abajo, un video de Luifa bailando en una de esas actividades marketineras donde los jugadores se hacen amigos del público, más abajo otro, donde los que bailan son los internos de otros equipos.
Ruta León declara oficial y caprichosamente inaugurada la temporada 2008/09 de la NBA, ahora que el tipo que más alegrías le dio al deporte argentino en los últimos seis años se recuperó de su tobillo.
Faltan 29 días para que debuten los Spurs y un día menos para que arranque la NBA. Pero para verlo a Manu con la número 20 habrá que esperar casi dos meses más. Nótese que el clima parece haber cambiado en San Antonio. Y lo que en un primer momento fue casi un drama (por las conjeturas sobre cómo responderá el tobillo de Emanuel luego de su lesión en los Juegos Olímpicos de Beijing, que además congelaron la renovación de su contrato) ahora es una "bendición" que tal vez le permita estar fresco para cuando comiencen los partidos en serio.