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28 » Apr 2009 |
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CON LA PASIÓN YA NO ALCANZA |
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"Es una lástima que venga tan poco gente a la cancha". La frase de Domingo Perilli, en medio de tanta verborragia crítica pos derrota ante Rivadavia de Lincoln, quedó flotando en el aire y nadie la tomó. Pero cayó con la fuerza de una sentencia. Porque si Cipolletti, que es el equipo más exitoso de la Patagonia, no supera las dos mil personas de concurrencia, qué será de los otros clubes regionales.
Hoy el fútbol zonal atraviesa por una crisis no perecedera y lo habitual es ver las gradas desiertas o en el mejor de los casos semipobladas, como le sucede a un equipo albinegro que está primero en todos los niveles, acumuló nada menos que 61 puntos en 31 partidos y clasifició cinco partidos antes de que acabe la interminable fase regular.
"No entiendo a la gente, ganamos afuera, ganamos de local, fuimos el primer equipo en clasificar a la próxima instancia, pero así y todo no viene a la cancha", es la queja que, palabras más o menos, se escucha en los pasillos de La Visera.
¿Cuáles son los factores para que algo así suceda? Cada cual tiene su respuesta. Y ninguna termina de cerrar por sí sola. La dirigencia le apunta directamente al hincha y su desidia, el hincha que va siempre dice que es el único que lleva "al equipo en el alma", el hincha que asiste esporádicamente jura que no puede pagar el precio de una entrada que es demasiado alto (no socios 35 pesos la platea y 20 la popular), un periodista amigo dice que se convenció de que "no hay pasión" y Perilli cree que se trata de una conjunción de todo. Además, agregar que de tan largo, el Argentino A termina convirtiéndose en tedioso. Muy tedioso.
Salvo honrosas excepciones como la de Círculo Italiano en la Confluencia o de los equipos del interior de la provincia en Lifune, todos los demás equipos sudan dentro de la cancha alentados sólo por un puñado de fanáticos (casi siempre, familiares y amigos, no más de 400).
Hace algún tiempo alguien cercano al plantel albinegro dijo con claridad: "Cipolletti es un proyecto mal vendido". Es cierto, sobre todo si se piensa que el fútbol se ha transformado en un enorme negocio de unos pocos, en el que generalmente los clubes sólo se quedan con las deudas y las canteras vacías.
Entonces, evidentemente, las políticas de las instituciones zonales deben cambiar, al menos de aquellas que quieren convertirse en perecederas. Es decir, tienen la obligación de crear anticuerpos para la crisis.
Cipolletti, para el caso, es un ejemplo en lo futbolístico y paga sus cuentas en tiempo y forma. Hay orden, algo destacable en un mundillo donde prolifera el caos. Pero ahí se termina todo. No está el salto de calidad. No está la vuelta de tuerca que transforme el futuro en algo prometedor. Sólo se apunta al equipo superior y, por ejemplo, se desdeña al de la Confluencia. Entonces, como se acostumbra a ver, siempre se termina trabajando en el aire.
No existe una sola respuesta para salir de este ostracismo. Los clubes zonales necesitan reinventarse y encontrar las herramientas para que el "producto" guste y se consuma. Seguramente habrá que entender y atender las nuevas necesidades del público. Porque hoy, como ya lo dijo mí amigo, con la pasión no alcanza. (SB) |
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23 » Apr 2009 |
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LUCAS VIATRI, EL BORRADO |
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Lucas Viatri fue una de las grandes figuras del último título que obtuvo Boca, hace menos de cuatro meses, e incluso un perfecto cabezazo con su sello se clavó en el ángulo y desató el gran festejo "xeneize", el 19 de octubre de 2008, en el Monumental y ante el River del "Cholo" Simeone.
Viatri fue el goleador de Boca a lo largo de ese Apertura '08 y hasta marcó en el importantísimo 3-1 ante San Lorenzo, por el desprolijo y polémico triangular final (del que también participó Tigre).
Llegó el receso, apareció Luciano Figueroa, se recuperó Martín Palermo, lo desearon ojos rusos, desembarcó Carlos Bianchi... Y Viatri de un día para el otro desapareció. Aún jugando en los dos frente el "xeneize", Lucas pasó a ser un habitual ocupante del banco de los suplentes.
Sus apariciones mediáticas pasaron a ser inexistentes y en Boca no se habla de él. Es más, el domingo pasado ante River estuvo entre los 18 que entraron a la cancha porque Figueroa se encontraba internado debido a un cólico renal. Si no...
¿Tan mal está Viatri futbolísticamente? Poco se sabe, ya que ni siquiera los periodistas que cubren habitualmente Boca hablan de él. ¿Entonces? ¿Tendrá que ver que el delantero se encamina a un juicio oral por robo agravado por uso de arma de fuego?
Es un interrogante difícil de dilucidar, pero seguramente en Boca no cae en gracia que el juez de Morón Gustavo Robles eleve la causa a juicio oral y público contra el futbolista, acusado, junto a su hermano Sebastián, por el robo de una peluquería en la localidad de Castelar, en marzo pasado. Lucas ya estuvo preso un mes en la cárcel.
Una historia que seguramente se conocerá con el tiempo. Mientras, Viatri lo seguirá viendo desde el banco. (S.B) |
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11 » Apr 2009 |
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Cuando el fútbol pasa a segundo plano |
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"Mercenarios", le gritaron a los jugadores de San Lorenzo los mismos hinchas que los idolatraban el semestre pasado, cuando el "Ciclón" arrasaba y hacía furor en un torneo Apertura que se le escapó a pesar de que le llevaba a Boca (campeón en un triangular inédito y mal organizado) once puntos de ventaja.
La violencia siempre hay que condenarla y lo vivido por el plantel "azulgrana" en la vuelta desde Potosí es totalmente repudiable. Uno de los errores más grandes en el fútbol argentino es que los hinchas se sienten con derechos infinitos (insultar, escupir, agredir) por el hecho de poner en juego los sentimientos domingo a domingo.
Con aquello de "mercenario" y su irracional accionar, ese grupo de 60 enervados (¿barras?) le hizo saber a los jugadores que lo que ganan siendo uno de los planteles más caros del fútbol argentino (sólo detrás de Boca) no se condice con las energías que dejan en el césped. Que su fútbol debe ser mejor. Que los resultados son desastrosos. Que no sólo se juega por la paga. Eso sobre todo.
Los futbolistas cada vez piensan menos en lo que hacen dentro de la cancha. El dinero y los celos manejan el balón. Dos ejemplos aún frescos: Burruchaga renunció en Banfield porque no soportaba más al irrespetuoso presidente Portell, pero también lo empujó la interna entre Bertolo y Bustamante; Santoro dimitió de Independiente por los resultados, pero más por la mala relación con sus dirigidos.
San Lorenzo tiene el mejor plantel del fútbol local pero perdió 8 de los últimos 11 partidos y padeció la quinta eliminación en primera ronda de las últimas seis participaciones en la Copa. Culpar a Russo de todo sería hacer un exagerado reduccionismo, porque jamás pudieron ayudar las constantes expulsiones y peleas de Bottinelli y Bergessio, los exhabruptos y las fallidas actuaciones de Orión y las faltas a entrenar de Silvera (al menos 15). Los jugadores son los mayores responsables.
Hoy, aún conociendo los contínuos triunfos coperos, Boca es un polvorín. Palermo, Ibarra, Battaglia y Cía no soportan más las licencias y los desplantes de Riquelme y ahora la gran batalla que se viene es por la renovación de los contratos en junio. El "Titán", un buen tipo para casi todo el mundo, ya le hizo saber al manager Carlos Bianchi que no aceptará la pesificación de su sueldo y que se negará a que algún miembro del plantel supere lo que él gana. Lógicamente apunta a un Juan Román que ya no tiene aceptación en el equipo, pero goza del resguardo del "Virrey" y Carlos Ischia.
Viendo este panorama habría que preguntarle a Maradona si mantiene la convicción de que el jugador es "lo más sano del fútbol", como tantas veces lo repitió cuando estaba al frente de una suerte de sindicato de futbolistas (S.B). |
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