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22 » Jul 2009 |
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MARADONA-MESSI VS. BASILE-RIQUELME |
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Este semestre será determinante dentro del fútbol argentino. Pero hay dos grupos que se juegan muchísimas cosas, en realidad se trata de dos ejes: el de Diego Maradona-Lionel Messi y el de Alfio Basile-Juan Román Riquelme.
Desde ya, Maradona se decidió por Messi y su yerno Sergio Agüero para que sean los encargados de liderar futbolísticamente a su equipo rumbo al mundial de Sudáfrica y no por Román, que cansado de sentirse uno más en el seleccionado, renunció por segunda vez.
El seleccionador está ante el gran desafío de su vida: complicado en las eliminatorias y sin posibilidades de resolver los problemas con los pies, como tantas veces lo hizo, sabe que nadie le perdonará un fracaso, y que el panorama empeorará si Basile y Riquelme tienen un buen semestre.
A Diego aún le debe doler el respaldo de la gente de Boca para con el 10 xeneize y esas cosas no se olvidan. Su relación con Basile es muy mala e incluso durante los últimos Juegos Olímpicos, cuando el equipo del Checho Batista ganó la medalla dorada, se lo acusó de operar para llegar a la selección y desplazar al DT del intenso vozarrón. Para alimentar esta hipótesis hay decenas de fotos del mejor jugador de todos los tiempos charlando animadamente con Julio Grondona durante las tardes de Pekín.
Muy poco pasó para que el Coco Basile de un paso al costado después de una dura derrota en Chile ante el seleccionado del Loco Bielsa. Allí habló de que se alejó por cuestiones que nada tenían que ver con lo futbolístico y que las razones se las llevaría "a la tumba". Ya se hablaba de que Messi y Agüero eran dos de los que más lo cuestionaban, sobre todo por las licencias que gozaba JR Riquelme.
A esa altura se decía que la relación de Messi y Riquelme estaba facturada porque La Pulga se había cansado de los maltratos de JR, sobre todo durante la Copa América de Venezuela. Allí el crack del Barcelona hizo buenas migas con Javier Mascherano y Juan Sebastián Verón, que se terminó convirtiendo en una suerte de escudero. Riquelme y Messi volvieron a juntarse para ganar el oro en los Juegos Olímpicos. Festejaron goles y se mostraron animados. Pero al parecer todo fue una buena puesta en escena en busca de un objetivo en comun.
Los últimos meses fueron fantásticos para Messi, pero de aquí en más, al menos por estas latitudes, se estará atento a lo que el rosarino haga en el seleccionado y no en el club catalán. Él, y no otro, es quien debe comandar dentro de la cancha a un equipo que aún no haya el rumbo y tiene un peligroso cierre de eliminatorias: Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay.
En Boca, Basile-Riquelme van por una revancha en dos frentes. Aunque seguramente no serán anti albicelestes, si al seleccionado no le va bien la razón estará de su lado. Y también se producirá ésto si el xeneize consigue emular la primera campaña del Coco, donde ganó todo lo que jugó.
Ayer Román reafirmó que los frentes existen. Y que la enemistad se mantiene: "Basile está más feliz acá (en Boca) que en la selección. (S.B) |
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Categoría : Varios | Comentarios [0]
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