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14 » Oct 2008 |
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El fútbol, asfixiado y en coma |
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El escándalo que se desató el domingo 5 de octubre en la cancha de Unión de Allen no es más que el fiel reflejo de la realidad del fútbol. La situación es realmente preocupante, más allá de que los dirigentes de clubes como el “Mago” se hagan los distraídos, miren para otro lado y culpen a sus adversarios, como si ellos viviesen una actualidad completamente diferente (NR: "De ninguna manera vamos a sancionar a nuestros chicos porque sólo se defendieron", dijo el presidente allense Alfredo Toscana).
El análisis más razonable después de la batalla campal que protagonizaron allenses y los jugadores de Fernández Oro lo ofreció Claudio Sícolo. Lejos de quitarse las responsabilidades de encima, el entrenador de los “Verdes” mostró una perspectiva cruda y casi desgarradora. Dijo: “No entiendo cómo una jugada tan común como que un arquero no entrega la pelota después de un gol, derive en una situación de violencia tan extrema. Hubo jugadores de los dos equipos que agredían de una forma incomprensible, se querían matar, no miden las consecuencias. La responsabilidad es de todos los jugadores y no hay justificación a tanta violencia".
Y prosiguió: “Hay un problema mucho más grave. La violencia que vivimos es más profunda que un partido de fútbol. Hay jugadores que tienen muchos problemas en sus vidas personales y es muy difícil que incorporen un mensaje de respeto y tolerancia", explicó el entrenador.
En los últimos años el fútbol regional ha dado constantes gritos de alarma, que se escuchan pero no se oyen. Lejos de tomar medidas de fondo, todo se ata con alambre. En Lifune tres futbolistas juegan pasados de copas un partido por los puntos y nedie los sanciona. En la Confluencia los incidentes son moneda habitual y nadie sabe dónde están las astas del toro.
En la Liga Avellaneda, de Valle Medio, las revisiones médicas son más difíciles de ubicar que las canchas en buen estado. Sícolo tiene razón cuando dice que es casi imposible que los jugadores, sobre todo los más jóvenes, “incorporen un mensaje de respeto y tolerancia”. Los tiempos cambiaron irremediablemente, las costumbres ya no son las mismas, pero los clubes, casi en su mayoría, siguen adoptando políticas que están obsoletas hace al menos un par de décadas.
¿Cómo entender que un equipo como Independiente de Neuquén, que pugnó siempre por invitaciones para participar de los torneos federales, no cuenta con balones para practicar cuando es uno de los equipos más importantes de la zona? Ni que hablar de Villa Iris, adscripto a los dineros del Estado, y el exponente más importante a la hora de construir castillos en el aire.
El Pillmatun cipoleño, que pareció comenzar su trayectoria con seriedad y mucho esmero, sobre todo en las divisiones inferiores, se fue desinflando y tiene pronóstico de extinción. Roca , en su versión de Argentino B, empieza cada temporada con varias caras nuevas, pero termina demacrado y tambaleante.
El fútbol regional, salvo honrosas excepciones, no cuenta con políticas de largo aliento. Por eso, que la coyuntura no asfixie termina siendo la única preocupación. |
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Categoría : Varios |  Comentarios [3]
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  Moneda Corriente |
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Por : Marcos | 15 » Oct 2008 | 05:39 pm |
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Buenas, hace mas de 4 años q deje d jugar al futbol de primera division de la liga confluencia. Desde ese tiempo y antes algunos jugadores, casi siempre los mas jovenes, jugaban no solo borrachos sino drogados (drogas ilegales).
No solo eso, algunos "hinchas" ingresan en total estado de ebriedad alentando a los jugadores a pelear y si es posible matar al equipo contrario... Una verguenza!!!
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Un aporte al tema |
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Por : Angel A. Rojas | 15 » Oct 2008 | 06:00 pm | Email
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Sebastián, la violencia del fútbol regional no puede ser analizado sólo por lo acaecido en un partido de Liga. Mi opinión –y sostenida mucho tiempo en la mesa del CD de la Liga- arranca en las divisiones inferiores. Si piensas que para jugar un partido de Quinta División se necesita custodia policial, entonces, a partir de esta realidad, el resto es sólo consecuencia negativa.
Pensar en jugar en Primera sin una base adecuada de inferiores, es poco feliz. En todos estos años, la mirada del fútbol regional sólo se posó en la Primera División y las inferiores fueron siempre un agregado al conjunto y no como debería ser (desde mi punto de vista), el capital principal de las Instituciones.
La idea general es que los jugadores lleguen rápidamente a jugar en Primera. Ese es el objetivo y cuando un jugador de 14 años llega a la máxima división regional, entonces el comentario es la gran capacidad de Club para promover jugadores. Ahora, si este fuera un caso aislado o excepcional, estaríamos todos de acuerdo. El punto es que son cada vez más los jugadores menores de edad que llegan a Primera y pasa a ser una condición más en el Club. El sábado juega en Sexta o Quinta y ya el domingo está en Primera.
Si analizan casos de lesiones, verán que en los últimos años, se han lesionado más jugadores jóvenes que en otros períodos de la historia de la Liga. Antes, el jugador que llegaba a Primera era un excepcional. Hoy es un trámite.
Los jugadores menores de edad no están preparados para el salto. Ni mentalmente ni mucho menos físicamente. El sábado comparten un vestuario de “Inferiores” con un mensaje distinto, juegan con árbitros no preparados para ese jugador de “Primera” y entonces el domingo, el árbitro de Primera lo dirige como tal y allí, el jugador comienza a resbalar entre el concepto de participación y el de competencia.
Cual es el diálogo entre un hombre y un joven/adolescente? Sin duda no se limita a la técnica propia y a la táctica de los partidos. El vestuario es un ámbito también de otros diálogos. Y acá, también todos somos responsables. Sólo que evitamos analizar este tema pues es más importante la promoción para que cuando vengan los “salvadores” de Capital Federa o la CAI, tengamos la “mercadería” en la vidriera adecuada.
Si hay jugadores jóvenes para Primera? Por supuesto, los hay y muchos. Lo que tenemos también es una división –la Tercera- que no cumple con los objetivos. Antes, a Tercera, llegaban los jugadores con potencial a Primera y aquellos de la máxima división con algún problema de lesión o porque necesitaba mayor tiempo de juego hasta estar en el nivel de Primera. Hoy, la Tercera es una copia de Sexta y Quinta y de ésta última, muchos van a Primera.
Cuando propuse bajar la edad de inferiores se argumentó que quedaría una división perdida. Que muchos jugadores no tendrían cabida en las Instituciones porque no tendrían una división para jugar. La pregunta que siempre hice fue: Si el domingo juegan los jugadores del sábado, que división se pierde? Aquellos que la edad es superior para las divisiones menores, directamente conforman el plantel de tercera (igual que ahora). Nadie queda fuera. Al contrario, se prioriza el cuidado de los jugadores. Hoy, el reglamento “protege” a los menores de 18 años para que en 24 hs no jueguen dos partidos seguidos. La interpretación de este artículo por parte de todos, es desde la 0 hs de un día hasta las 24 del mismo día. Si un jugador juega a las 18:00 hs del sábado puede tranquilamente jugar a las 14:00 hs del domingo. Y las 24 hs? bien gracias. Es otro día. Si el jugador se “rompe” es el riesgo de la fama…
Mezquinas interpretaciones sobre este particular se esgrimen. Poco a poco vamos perdiendo el rumbo. El horizonte de dirigentes, técnicos y padres, es el fútbol grande y para ellos, enviamos a nuestros hijos a 1200 km, solos, a vivir en pensiones y alojamientos, en muchos casos inadecuados, sin escuela constante, sin la mirada de mayores, sin, sin, sin… . Son muchos sin, como para que miremos para otro lado.
La violencia del domingo? Lo del 5 de Octubre? La violencia social? Excusas, excusas.
Siempre encontraremos la razón de ser de esta violencia, porque la culpa la tendrán otros. Nunca nosotros mismos. Nunca la falta de planificación. Nunca la mala preparación de nuestros equipos. Nunca la falta de preparación de árbitros y asistentes. Nunca el desamparo social de nuestros gobiernos (Municipios y Provincia).
El fútbol hace tiempo que dejó de ser un juego. Y en este nuevo negocio, los heridos no importan…
El problema, es que acá, lejos de la Citi financiera y al no tener preparación, cambiamos espejos de colores por el oro de nuestros barrios y en la mezquina desesperanza personal, sacrificamos lo mejor de nuestro deporte.
Angel Rojas
DNI 14.694.759
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violencia un problema actual y global |
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Por : jorgeplatino@gmail.com | 15 » Oct 2008 | 06:38 pm | Email
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la definición de VIOLENCIA según sociólogos y estudiosos del tema a que alude la nota, conlleva la necesidad de una comprensión diversificada de la realidad contextual que es explicada en relación al deporte de balonpie, en un mero diagnóstico de la situación, y que realmente debería ser abordada dicha problemática en forma conjunta entre distintos entes oficiales y no oficiales; como es GLOBAL la dimensión del problema NO puede circunscribirse a un deporte únicamente, menos aún el fútbol, demostrado está que hasta en los pasados juegos olímpicos se observaron escenas violentas (lanzadora jabalina haciendo "piquete", agresiones contra un arbitro en artes marciales, etc.); en consecuencia debe primero abordarse desde una socio-patología mucho más abarcativa esta problemática, para poder recién hacer un exhaustivo y profundo análisis de todo el contexto general y desde allí recién intentar formularse estrategias para contrarrestar la VIOLENCIA como un fenómeno actual y global y no solamente ubicado unilateralmente enmarcado en un deporte y a un nivel regional. es mi somera opinión. Gracias |
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