Hay escenas, momentos que justifican películas enteras. O las ratifican. “Copiando a Beethoven” tiene uno maravilloso. Es justo cuando el genio sordo acude a la ayuda de una asistente para dirigir en el estreno de su Novena Sinfonía. Ella permanece entre los músicos, escondida marcando el tiempo de la obra. Música, imagen e interpretación son capas que en esta secuencia de alrededor de 10 minutos van superponiéndose con maestría. Una maestría que uno debe adjudicarle a su directora Agnieszka Holland. El filme cuenta con la actuación de Diane Kruger y Ed Harris. Ambos en papeles complejos y que resuelven con elevado espíritu.