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Me pareció una descripción muy certera de cuando una pareja empieza a hacer agua. Me recordó ciertas crisis pasadas.
“Cuando ella había levantado los ojos para mirarle aquella primera noche, y había agitado los cubitos de hielo, en su vaso de papel, ya habían empezado a moverse hacia el último, desdichado año de estar juntos, hacía aquellos meses en que cualquier cosa que dijese cualquiera de los dos estaba mal, hacía aquella sensación de conexiones erradas por poco. Eran como personas que corren a encontrarse con los brazos tendidos pero que han apuntado mal; se cruzan y siguen corriendo”
Leído en Turista Accidental de Anne Tyler |
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