En abril de 2008 se cumplirán 10 años de la masacre de Columbine. Mientras tanto las matanzas provocadas por chicos pertubados continúan en Estados Unidos y en otras partes del planeta.
Del tristemente célebre caso de los pibes de Columbine han quedado un documental de Michael Moore y una película de Gus Van Zant. Son dos elementos, uno periodístico, el otro artístico, que nos sirven para reflexionar. En ambas miradas hay pistas que acaso sirvan para entender que pasaba por la cabeza de estos jóvenes y que podría estar ocurriendo con los próximosque sigan el mismo camino. Está claro que no se trata de casualidades del destino. El fenómeno continúa y nada indica que se detendrá.