Su rostro y su actitud rebelde ya destacaban en la mediocre serie televisiva “Comando juvenil”. Era bueno el chico pero nadie hubiera apostado a que Johnny Deep se transformaría en un super ventas. Porque una cosa es ser una estrella de Hollywood y otra un número puesto en las taquillas del planeta. Durante mucho tiempo se tuvo la percepción en Hollywood de que Johnny se convertiría en una suerte de John Malkovich, es decir, un sobresaliente actor que se mantiene en forma en películas alternativas, cultas, inteligentes, opcionales, de rédito bajo o medio, nada estridentes. Todo esto bajo el signo de lo cool. Además ¿Quién no quiere ser John Malcovich?
Pero Johnny estaba destinado a horizontes lejanos y dorados. Su figura comenzó a crecer con tal prudencia que no sorprendió a nadie una vez que se levantó por sobre las demás. Johnny no tuvo un éxito rotundo de un día para el otro. Todo lo contrario, el chico que hizo de policía y de un joven con manos de tijeras, subió gradualmente en la escala de los consagrados de la industria. Una cosa llevo a la otra. Supo mantenerse todos estos años en una misma línea de conducta. Salvo raras excepciones no bajó los brazos e hizo lo que quizo. Con la maravillosa coincidencia de que lo que él quiere hacer es justamente aquello que el público quiere ver.
“Comando juvenil”, fue la pasarela que lo sacó de la televisión y lo puso en el cine. “El joven manos de tijera”, lo puso de frente a un público masivo y no sólo a él sino también a su compañero de ruta Tim Burton. Y como es obvio, Johnny no se olvida jamás de sus amigos. Luego del éxito Johnny se dio una panzada de buenas películas con toques alternativos: ¿Quién ama a Gilbert Grape?, “Sueños en Arizona” (de Emir Kusturica y junto a Jerry Lewis, nada menos), “Miedo y asco en Las Vegas” (un viaje alucinado de cine dentro de un viaje alucinado y literario del periodista Hunter S. Thompson) y “The Brave”, dirigida por él y con Marlon Brando. Luego volvió al ruedo comercial con un dúo imperdible más por el hecho histórico de quienes lo componían que por el filme en sí: “Don Juan de Marco”, con Brando y Deep como paciente y psiquiátra. Luego otro dúo, pensado para dar que hablar en los Oscar “Donnie Brasco”, junto a Al Pacino. Y finalmente, después de algunos puntos no demasiado significativos en el medio, una seguidilla de éxitos ya conocidos: “Los piratas del caribe” y “Charlie y la fábrica de chocolates”.
A pesar de ser una estrella con todas las de la ley, Deep prefiere mantener sus distancias. No suele mostrarse crítico con el sistema que ahora se rinde a sus deseos aunque, por otro lado, prefirió mudarse permanentemente a Francia donde dijo encontrar junto a su mujer, Vanessa Paradise, y sus hijos, un espacio de libertad y seguridad que no consigue en los Estados Unidos. Deep no ha ocultado su admiración por auténticos malditos como Brando, el poeta Allen Ginsberg, así como su profunda admiración por Jack Kerouac, entre otros miembros de la Generación Beat.
De ese modo, así como George Clooney rescata de las sombras propuestas cinematográficas alternativas que de no ser por su participación se quedarían justo donde están, en un triste anonimato, Deep prefiere adherir a las causas literarias.
Su rostro y su comportamiento intelectual reflejan un romanticismo y una pasión por las vidas marginales que no tienen y ni han tenido otros actores de Hollywood.
A su modo Johhny Ha sabido mantenerse de ambos lados de la tempestad.
Algunas de las razones que pueden explicar su éxito. La lista es flexible.
1)Es un gran autor que no le teme a los desafíos. Algo que también se dijo de Brando, de Niro y Al Pacino.
2)Ha elegido con inteligencia sus papeles y películas combinando taquilla y profundidad interpretativa.
3)Su vínculo con Tim Burton ha sido una de las claves de sus carrera.
4)Su postura de estrella no estrella lo ha colocado en un lugar especial y por lo tanto notorio.
5)Su rostro, su actitud rebelde, sus personajes queribles, lo han convertirdo en el preferido de todas las edades. Los aman las mamás, los jóvenes, la nenas y las abuelas. También el abuelo porque a quién no le gustan las películas de piratas.
A continuación una breve lista de libros que han pasado por mis manos en estos últimos días y que estoy leyendo con pasión diversa.
-Historia universal de Carl Grimberg, capítulo dedicado a Grecia.
-Para que no me olvides, de Marcela Serrano, un libro que me ha gustado mucho desde el estilo y la sonoridad de su escritura.
-El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad: estoy leyendo una edición especial con prólogo de Mario Vargas Llosa y una biografía del autor. La traducción es de Sergio Pitol.
-Special Topics in Calamity Physgs, de Marisha Pessl. Dicen, no puedo afirmarlo a título personal, que es una chica en la línea de la muy elogiada Zadie Smith. Me llama la atención, eso si, que todas estas escritoras jóvenes lucen muy especiales, atractivas, y con un aire cosmopolita que bueno....parece un signo de los tiempos.
El Mediomundo de este jueves está dedicado a Arturo Pérez Reverte.
Arturo Pérez Reverte abre mi apetito literario. Por la lectura y por la vida misma. Lo he comprobado una vez más leyendo una reciente entrevista a su persona hecha por Silvia Pisani, corresponsal en España de "La Nación". Se trata de una conversación extensa y entretenida que por otro lado se lee muy rápido.
El autor de "La tabla de Flandes" reformula con inteligencia ciertos conceptos que son conocidos en él. No se queda en la respuesta barata ni mucho menos se deja tentar por el silencio cuando tiene algo duro para agregar. Si a alguien le molesta, pues, su problema.
Hace días la Justicia brasileña prohibió un conocido juego de guerra.Pero los nuevos son más aberrantes y desalmados que el censurado“Counter Strike”. Decapitaciones, torturas, humillaciones y violencia: eloscuro cóctel que sostiene el argumento de algunos videojuegos para menores. “Debates” recorrió la red y halló propuestas que van de lo macabro a lo brutal.
Arturo Pérez Reverte abre mi apetito literario. Por la lectura y por la vida misma. Lo he comprobado una vez más leyendo una reciente entrevista a su persona hecha por Silvia Pisani, corresponsal en España de “La Nación”. Es una conversación extensa y Pérez Reverte se explaya frente a la inteligentes interrogativas de la periodista. El autor de “La tabla de Flandes” reformula ciertos conceptos que son conocidos en él. No se queda en la respuesta barata ni mucho menos se deja tentar por el silencio cuando tiene algo duro para decir. Si a alguien le molesta, pues, su problema.
Podría asegurar que los autores que valen son aquellos que nos incentivan tanto a sus propios libros como a los ajenos. Dan ganas de internarse en el universo ancho y salvaje que constituye la literatura de este español. Dan ganas de adentrarse en la historia naval ymilitar, que son pasíon de Pérez Reverte.
Su figura es una síntesis del placer correspondido.
