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El Go es un juego milenario que a partir de reglas simples compone un universo tan complejo como infinito. El año pasado un amigo, el artista plástico Fernando Genoud, me regaló “El maestro de Go” de Yasunari Kawabata, ganador del premio Nobel. La novela es un itinerario fascinante a lo largo de una partida de Go entre un viejo maestro y un joven oponente que aspira a superarlo. En un ambiente en el cual aparentemente no sucede nada, un vendaval crece y se amplía.
Leí el libro sin saber nada del juego, hasta que días atrás comencé a interiorizarme del tema y a practicar Go con la computadora. Soy de madera, pero me entretengo, y entre una carrera y otra que nos impone la vida cotidiana, hago el intento de acercarme al juego con mayor profundidad. Todo indica que seré un jugador aceptable en unas doscientas reencarnaciones más. Pero en estos casos, en los que la filosofía oriental se haya en la base de la historia, sólo queda tener paciencia.
Go, reglas y práctica interactivas
Sobre Yasunari Kawabata
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