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Lleva los labios tatuados de negro
la cabeza a rape con una cresta mohicana
ojos de luna llena
su mirada cansada de curtir el mundo no inquiere
no pretende
te deja ir
vos pasarás, como tantos pasaron frente a sus botas militares.
Descansa al sol
bajo el sol despiadado
bebe de una de una cantimplora de metal cubierta por una tela camuflada
me explica que se irá, que se irá muy lejos
con una mochila cargada de comida y un par de buenos libros.
Tiene seguro a partir de unos millones por cualquier cosa
tiene una cuenta al 0,53 por ciento mensual
habla inglés, estudia coreano
se sabe varios verbos en alemán.
….pareces....le dijo
hombremujerrobot
me dice y sonríe
no está enojada,
y lo disfruto tanto
aunque yo no iré a ningún sitio.
¿Qué es un buen libro?
Cualquiera de Kerouac. Cualquiera de Parra. Cualquiera de Primo Levi.
Cualquiera de Jordi de la Nuez.
Tal vez espere aquí a que regreses, le digo
¿a mi? ¿por qué?
Porque sos vos.
Pasa el tiempo. Corre como un loco. Cae desde el precipicio
Me explica con mapa lo que hará, dará la vuelta al parque,
cruzará montañas, ríos, glaciares.
Acá, justo acá me voy a quedar un mes, me indica con el dedo
hay un círculo rojo en el mapa y que placer, su norte. Su norte sin brújula.
En el iPad hay jazz, folk, canciones de cuna yagán, un extraño rap ona
me lo hace escuchar y mueve la cabeza al compás de una música invisible
como si oyera lo que oigo.
¿de dónde sacaste eso?
Un amigo que trabaja en un museo me lo grabó.
Tiene aroma a perfume caro, a pasto, a cigarrillo hecho a mano.
Su rostro está lleno de pecas. En uno de sus brazos lleva otro tatuaje escrito: “one love”
Eso es de mi época, le digo. “One love”. Es una canción que tiene 100 años o más.
¿Como vos?, pregunta y me mira sorprendida.
Si, sé que no los represento. Hice un trato con....
Ah, si me han hablado de eso. Tienes mucho dinero entonces.
Si. Dinero y vacío.
No te puedes quejar, bro!.
Replica y reímos.
Sufrí mucho, sabes. No envidio. No odio. Pero tampoco amo.
Soy incapaz de amar. Y cuando siento el bichito de la ilusión
me disciplino, me explico, me receto.
¿Y vos?, me pregunta.
Yo cumplí 120 ayer. Y en teoría hoy iba a morir o matarme, no sé.
¿Se terminó tu contrato con...?
Algo así.
La miro y me resulta conocida.
Tiene mis rasgos, no puedo negarlo. Tiene algo que es mío. Que me pertenece desde hace milenios.
¿Vos no serás mi nieta, no?, le pregunto.
Podría ser, responde. ¿Cómo se llama tu hija?
Tengo dos, le digo. M y M
Mirá, así se llama mi mamá, pero vive en Tejas.
Y el silencio nos cubre nuevamente. Tejas. Una de mis M vive en Texas.
Podría ser, que rara coincidencia, dice y se levanta.
Mide 3 metros por lo menos. Y es increíblemente bella.
Okey, see later, le digo desde mi metro setenta neto.
Auf wiedersehen, responde ella educada.
Y me voy pensando en que debería estar acá para cuando ella retorne, en serio, porque es ella.
Para qué le sirve la plata a un viejo si no es para divertirse con sus nietos.
-Alo, Benjamin
-Yes
-Benjamin, ich brauche einen neuen Vertrag. |
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