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26 » Sep 2011 |
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Los X-Men: metáfora de la discriminación |
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Aquí un adelanto de un artículo sobre los "X-Men" y una metáfora acerca de la discriminación que saldrá en unos días en "Río Negro".
Desde sus inicios el cómics ha funcionado, más que como un reflejo, como una metáfora de lo que se teje en los pliegues y repliegues de la sociedad. Desde este lugar el cómic puede haber sido históricamente y en sus principios uno poco naif pero nunca inocente.
La suya es una mirada nada superficial, nada complaciente tamizada por un recurso estilístico capaz de albergar emocionantes aventuras.
“X-Men: Primera Generación”, la última película inspirada en el cómic creado en los 60 por Stan Lee y Jack Kirby, llega, o vuelve puesto que es una saga, para aleccionarnos acerca de lo que sucede en el mundo real cuando lo lejano, lo distinto y lo diverso entra en contacto con cierto estatus quo.
No es casual que la historia que narra el filme, dirigido por Matthew Vaughn, comience con una escena ambientada a la orilla de un campo de concentración. Tampoco es una coincidencia que el protagonista de dicha escalofriante escena sea Magneto, el más poderoso de los X Men, después - o junto con - del profesor Xavier.
Recordemos la situación. El joven Erik Lensherr es separado de su madre por un grupo de militares nazi. Justo en el momento en que la mujer se pierde detrás de las rejas, con Erik llamándola a los gritos, desesperado e impotente, el metal como movido por un poderoso imán comienza a retorcerse. Esto llama la atención del científico Dr. Klaus Schmidt, alias del mutante Sebastian Shaw (interpretado de un modo magistral por Kevin Bacon), quien lo convoca a su oficina y lo obliga a demostrar sus habilidades especiales. En una prueba revestida de pura infamia, Sebastian desata los poderes de Erik provocando su ira al dispararle a su madre. En este terrible acto, que supone un sacrificio en pos de la explosión de las fuerzas sobrenaturales de Erik, es que se inaugura una nueva era: la del conflicto insalvable entre seres humanos y mutantes. Irónicamente quien inicia el combate es un mutante disfrazado de investigador.
Esa violencia primigenia compone el trauma que alimentará las obsesiones futuras de Magneto.
Originalmente el cómics que dio vida a la saga cinematográfica iba a llamarse “The Mutants”. Sin embargo, el editor Martin Goodman consideraba que el nombre no sería bien recibido por las generaciones de jóvenes quienes desconocerían el sentido del término. Fue así que Stan Lee pasó a bautizarlos como “X-Men” aludiendo al “gen X”, culpable o responsable de la misteriosa mutación. “El Profesor X” podría remitir a su vez a Malcolm X pero tradicionalmente Xavier ha sido más asociado con Martin Luther King por aquello del “Sueño de Xavier” que recuerda al “I Have a Dream” de Luther King. En tanto que Magneto cita a Malcolm X en uno de los filmes con la frase, menos conciliadora: “by any means necessary”. |
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Categoría : Libros |  Comentarios [0]
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