Terminator es una de esas pocas sagas que resiste bien el tiempo y las sagas, claro. Después de un nada prometedor tercer capítulo “Rise of the Machines”, llega esta protagonizada por el gran Christian Bale. Bale le otorga nueva vida al personaje de John Connor. El guión lo ayuda bastante. La historia ahora involucra al legendario líder de la Resistencia y a un robot que curiosamente no sabe que es un androide con un destino marcado. Colosales escenas de acción con increíbles efectos especiales, (algunas de las persecuiones en la autopista refieren directamente a Matrix), buen trabajo actoral y una tensión que no baja un milímetro a lo largo de todo el filme, son los componentes de esta heredera de una tradición cinematográfica que empezó en los 80 con aquel filme dirigido por James Cameron. Los fans además podrán, por fin, ver en acción y en su propio medio ambiente (el futuro apocalítico) a algunos de los viejos modelos de Terminator como el T 600. Dirigida por McG. Con Christian Bale, Sam Worthington y Helena Bonham Carter (en un minúsculo papel), entre otros.
La isla de los condenados
Esta no será ni la primera ni la última “carrera de la muerte” a la que asistamos, gentileza de Hollywood producciones. Al menos no se trata de la peor de todas. En materia de acción el filme contiene algunas horrorosas escenas que podrán disfrutar sólo aquellos adeptos a este cine de lucha libre que cada vez se acerca más al “Gore”. Sin embargo, la película contiene una interesante línea argumental: un magnate que quiere convertir una competencia mortal en un éxito no de televisión (si, no de televisión) sino de internet. Cualquier espectador que pretenda ver las alternativas de “la isla de la perdición” (habitada por 10 desquiciados a quienes se les ha dado allí su única oportunidad de salvación) debará abonar una cifra con su tarjeta de crédito. Luego de esto, que la fiesta del horror comience. Y, les aseguro, si buscan escenas truculentas las encontrarán en abundancia. En el listón siguente tenemos a Rob Zombie (que no es el mejor programa para una mantiné precisamente). Dirigida por Scott Wiper. Con Steve 'Stone Cold' Austin, Vinnie Jones, Robert Mammone, entre otros adoradores de la fibra y los aminoácidos.
Sangre fría (The Lost)
Esta es la historia de un chico que usaba latas de cerveza en las botas para parecer más alto. Con esta simpática advertencia da inicio el relato de uno de los personajes más antipáticos de la historia del cine. Con ustedes Ray Pye. El chico es el encargado de un motel americano y desde allí ejerce su cruel reinado. Un día quizo, por ejemplo, probar el vértigo del asesinato y no dudó en usar a dos adolescentes como conejillo de indias. Cuatro años después lo encontramos comodamente instalado en el motel de su madre dedicando sus horas a hacer lo que más le gusta perseguir: jovencitas, drogarse con la mayor cantidad de sustancias que encuentra, someter a sus amigos y obligarlos a traficar, tener sexo con él o simplemente escucharlo hablar sobre cualquier tema. “Sangre fría” es un filme independiente y por muy fuera de lo políticamente correcto y lo establecido. La crueldad de Ray puede sorprenderlos. Esta es la historia de un chico que usaba latas de cerveza en las botas para parecer más alto: quedan advertidos. Dirigida por Chris Sivertson a partir de una novela basada en hechos reales de Jack Ketchum (si, Ketchum). Con Marc Senter, Shay Astar y Alex Frost.