Finalmente llegará al cine la célebre novela de Jack Kerouac, “En el camino”. Ya era tiempo. Aunque no es tan extraño que lo haga justo en este momento como que no haya sido filmada años atrás. “On the road” fue publicada en 1957. Más curioso aun es que la vida del propio Kerouac no fuera considerada como material para la pantalla grande.
Cada vez que escucho que en Hollywood se han agotado las ideas y que los guiones se repiten incansablemente pienso en todas esas novelas y relatos que merecerían haber sido llevados al cine. Esto contradice la idea de que “todo ha sido filmado”.
Entre la fecha de publicación de “El Perfume” de Patrick Suskind y su desembarco en el cine, pasaron más de 20 años. Por suerte, todo salió bien y la película resultó un hallazgo, comenzando por el ilustre desconocido Ben Whishaw, quien interpretó de modo magistral a Jean Baptiste Grenouille, el cruel asesino obsesionado con el aroma de las mujeres.
(El trailer doblado al español es una experiencia paranormal)
El relato lisérgico de Hunter Thompson, “Miedo y asco en Las Vegas”, tuvo una suerte dispar de la mano de Terry Gilliam. Ayudaron a levantar un guión que parecía perdido en la misma borrachera del periodista, las actuaciones de Johnny Depp y Benicio del Toro. Ahora además se ha anunciado que se realizará la versión para cine de otra historia bastante loca de Thompson, “Días de ron”, de cuando el cronista de “Rolling Stones” hizo sus primeras armas en el Caribe.
La verdad es que no se entiende como ningún ejecutivo de la gran industria de la fantasía no ha tomado como base para un puñado de películas a esa colección de historias de no ficción que es “El Nuevo Periodismo”, obra compilada por Tom Wolfe. Y hablando de Wolfe, su novela “La hoguera de las vanidades” fue víctima de una escuálida versión en el cine. Más decepcionante aun porque estuvo dirigida por Brian de Palma, alguien que posee en su hoja de ruta filmes como “Los intocables” y “Doble cuerpo”.
No se tradujo al cine aun “Cien años de soledad” aunque uno pueda entender las razones. Un libro monumental como el de Gabriel García Márquez debería ser adaptado de un modo muy preciso para no perder toda su mágia en el traspaso. Han quedado girando en el universo del cine como estrellas fenecientes, las versiones de “El coronel no tiene quien le escriba”, “Crónica de una muerte anunciada” y, la última, “El amor en los tiempos del cólera”. Hay otras deudas vinculadas a la literatura latinoamericana como “El llano en llamas ”, de Juan Rulfo. Es difícil imaginar una reelaboración de la prosa de Rulfo acerca de la dura existencia del campesinado mexicano.
Podríamos hacer un lista extensa de novelas nacionales que uno desearía encontrar en una sala. Sólo a modo de enumeración caprichosa mencionaré “Historia argentina”, de Rodrigo Fresán, quien también escribió otro libro en condiciones de soportar el título nobiliario de “la auténtica biografía del creador de Peter Pan”, James Matthew Barrie, “Los jardines de Kesington”. Si, lo sé, la supuesta vida de este escritor ya fue estrenada en los cines con Johnny Deep a la cabeza pero les aseguro que el libro de Fresán es una obra maestra que debe integrar futuros proyectos. Supongo que “Los Sorias” de Alberto Laiseca es otro amor imposible. Ni que hablar de la enorme variedad de relatos borgeanos que servirían de base para unos cuantos guiones maravillosos.
En lo muy personal, me encantaría asistir a las versiones cinematográficas de “Una temporada con Lacan”, o la relación entre el playboy y best-seller Pierre Rey y el afamado psicoanalista Jacques Lacan; “Sobre los acantilados de mármol”, de Ernest Jünger, uno de los libros más apasionantes y cinematográficos que hayan sido escritos jamás; el relato periodístico de Truman Capote (y Truman también tuvo fortuna en el cine) “Ataúdes tallados a mano”, que involucró al escritor (luego de su investigación que desembocó en “A sangre fría”) en un horroroso caso de asesinatos en serie; y “Neuromancer” de William Gibson, el escritor que creó el concepto de ciberespacio.
Hace unos días, ordenando viejos libros, encontré una biografía muy entretenida de Lawrence de Arabia. También tengo por ahí dos versiones de “Los siete pilares de la sabiduría” y una edición especial dedicada al autor de la “National Geographic”. Respiro aliviado y alegre sabiendo que en los videos se consigue el genial filme interpretado por Peter O Toole. Admirado Peter-Lawrence, vestido de blanco impecable, caminado sobre las arenas de un desierto ajeno.