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03 » Jul 2009 |
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Confieso que he bebido |
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Un excelente columna de Juan Forn en Página/12
El gigante de mostacho e impermeable que acompaña a Kurt Vonnegut en la foto responde al nombre de Serguei Dovlatov y es el responsable del evidente estado de ebriedad en que se encuentran ambos, todo a causa de una carta enviada una semana antes por el autor de Matadero Cinco. La carta decía: “Querido Dovlatov: a pesar de que nací en este país y he vivido en él toda mi vida (incluso defendí su bandera en una guerra), nunca he logrado colocar un cuento en The New Yorker. Tú, en cambio, lo has hecho a sólo dos años de llegar. ¿Pretendes romperme el corazón? Espero mucho de tu pluma. No dejes que este país de lunáticos desperdicie tu talento y ven cuando quieras a visitarme (si traes una botella de buen vodka)”.
Confieso que he bebido |
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Categoría : Libros | Comentarios [1]
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Buena nota |
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Por : Mario | 04 » Jul 2009 | 11:07 pm |
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“Se puede venerar la inteligencia de Tolstoi. Maravillarse con la elegancia de Pushkin. Admirar el coraje moral de Dostoievski. El humor de Gogol. Y así sucesivamente. Pero yo sólo quise ser como Chejov”.
Carver podría haberlo parafraseado.
Me encantó lo de “En la televisión de Leningrado pasan una pelea de box, un pugilista negro se enfrenta con un polaco rubio, el locutor dice: ‘Al boxeador negro pueden reconocerlo por el pantalón azul’”. |
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