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11 » Oct 2007 |
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Leer |
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Los editores más importantes del mundo están seriamente preocupados porque las nuevas formas de ocio terminen por socavar la lectura como acto de entretenimiento. Justamente hace unos días decía en una columna que no estoy dispuesto a asociar todo el tiempo y sin demora el acto de la lectura con el placer. Leer un libro, o una historia en el formato que sea y que nos espere en el futuro es muchas otras cosas también. Una tarea redentora, una forma de fuga, una tortura buscada, un pasaje hacia otro mundo. Justamente porque pide algo que otros no, es que su existencia vive atada a cuestiones que oscilan entre los espiritual y lo terrenal.
En El País de España
http://www.elpais.com/cultura/ |
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Categoría : Libros | Comentarios [0]
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