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15 » Jul 2008 |
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Los humos de Hollywood |
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Para este fin de semana preparé un extenso artículo acerca de Hollywood y el tabaco. Les dejo un adelanto.
Sólo por un momento dejemos de pensar en Humphrey Bogart y su inmortal cigarrillo encendido. Hagamos otro esfuerzo y olvidémonos también de James Dean. No es fácil pero resulta vital si queremos comprender como es el escenario contemporáneo sobre el que la imagen del actor fumador continúa perpetuándose.
Hay por lo menos dos generaciones de consumidores que en su vida vieron al bueno de Humphrey fumándose un pitillo antes de besar a una chica o golpear a un hampón. Este es el motivo por el cual hay que quitarlo de la ecuación. Ellos fueron testigos de otra cosa.
Por ejemplo, vieron a Don Johnson mojando con la lengua la punta de un Lucky Strike sin filtro. A Mickey Rourke hacer de su cigarro una parte de su vestuario. A Sean Penn unido en un pacto de sangre con su tabaco negro. A Leonardo Di Caprio, como un policía encubierto, echando humo al borde del abismo. A Helena Bonham Carter, atractiva, fatal y viciosa en “El club de la pelea”.
Ninguna de estas visiones fue casual. Durante años los grandes estudios recibieron los beneficios de aceptar el humo en sus películas. Las trasacciones económicas entre Hollywood y las tabacaleras son materia conocida. Hubo un tiempo en que el recurso publicitario estaba convenido por ambas partes de modo público y notorio: las compañías pagaban su cuota y los actores aparecían con una cajetilla entre las manos. Nadie lo ignoraba. |
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Categoría : Cine | Comentarios [0]
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