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Escribí un artículo para la sección Cultura y Espectáculos del Río Negro acerca del western después de la aparición de "Secreto en la Montaña". Les dejo un adelanto.
En el imaginario colectivo americano, el western es bastante más que dos vaqueros polvorientos tratando de matarse el uno al otro con una Colt 45.
Es también, y por sobretodo, una forma de entender el mundo y una suma teológica que define las conductas y estéticas apropiadas para un hombre. No importa de que siglo sea. O si la posmodernidad ya nos ha pasado por encima, dejando en el camino un marcado desinterés por el género. Da igual. La saga continúa porque debe y puede hacerlo.
La verdadera proeza de Ang Lee no se limitó a filmar un western al revés, es decir, donde los protagonistas en lugar de odiarse, se aman, sino que fue más allá al hacerlo con excepcional talento y respetando los principios básicos de una buena película de vaqueros. Curiosamente el género en sí, no siempre exige que haya tiros al aire, duelos o heridas en los hombros de los oponentes. En realidad, basta con que las armas tengan un espacio simbólico, casi decorativo, dentro del argumento y que parte de los diálogos transcurran entre el relinchar de los caballos. |
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