"Niega ser un obseso-compulsivo, pero luego cuenta una historia. ''Hace años, alguien me recomendó ir a un psiquiatra'', dice, mientras lava la losa y la coloca cuidadosamente en su lugar. ''Era una mujer que hacía sus sesiones en su departamento. Nos sentamos y comenzó a hablar. De pronto el teléfono sonó. Y ella salió por la puerta hacia otra habitación. De modo que desde ahí puede ver su cocina", cuenta Walken y hace un gesto de desagrado. ''Tenía todas sus ollas y sartenes y platos amontonados en todas partes. Estaba sucio, sucio. Pensé, ¿Cómo voy a seguir el consejo de alguien así? Ese fue el final de mi terapia. Tal vez si su cocina hubiera estado limpia todavía estaría en terapia.''
Christopher Walken con The New York Times
Christopher Walken es básicamente una leyenda del cine norteamericano. Sin embargo, se volvió una figura masiva luego de que Quentin Tarantino lo reclutara para interpretar al Capitan Koons, el militar de mirada penetrante que le relata a un chico acerca de cómo había logrado salvaguardar del enemigo el único legado que le había dejado su padre muerto en combate: en el trasero. Acto seguido, según recordamos, el aparatito era entregado en mano a un boquiabierto querubín.
Una charla a fondo acerca de un reloj
Walken posee un timbre vocal y una delicada forma de utilizar con su cuerpo el espacio que a veces hacen pensar en una serpiente. Si alguna vez un director se decidiera a filmar la tentación de Eva en el Paraíso, pues, Walken sería la serpiente. Con la sóla mirada le bastaría para darle vida al papel.
Como actor y como hombre es del tipo que resulta dificil saber cuando está hablando en serio y cuando en broma. Justamente es lo que sucede en “Pulp Ficcion” ¿Es en serio cuando este tipo cuenta que mantuvo por años un reloj de oro entre sus nalgas? ¿No será una cargada dentro de la misma película, un chiste interno entre él y Quentin Tarantino?
Hará un par de años “The New York Times” lo entrevistó con la idea de acercarse al misterioso personaje de peinado siempre moderno. Para decepción del periodista, Walken se mostró como un humilde actor, casado con la misma mujer desde hace años, y listo para cenar muy temprano y luego irse a la cama. Su única contribución a su leyenda fue que aseguró que se mantenía en forma bailando y estirando su cabello todas las mañana.
Como es de público conocimiento,Walker es un excelente bailarían. De hecho en sus principios se dedicó de lleno a la danza y a las actuaciones en el teatro donde obtuvo sus primeros elogios.
Método Walken para mantenerse en forma
Walken nació en Queens y se crió en una familia de panaderos. Lo que no consiguió su madre, que soñaba con el estrellato, lo hizo él a base de esfuerzo y determinación.
Ha participado en más de cien películas (un record que puede exhibir apenas otro actor perturbador como Michael Madsen) y aunque ha quedado en la historia del cine como un enorme, genial y estupendo actor secundario, no se podría afirmar que no es realmente él quien lleva gran parte del peso de las películas en las que actúa.
Es el caso de “El cazador”, en la que hace de soporte de Robert de Niro. Walker, gracias a esta formidable interpretación, se llevó el Oscar al Mejor Actor de Reparto. Aunque, al final de la película, es la figura de ambos personajes, de ambos actores, la que permanece en la retina del espectador.
Ha hecho de buen tipo, de freak, de vampiro, de militar, pero sobretodo de mafioso. Es el traje que mejor le queda. Walker reviste a sus malos de una elegancia y un talento que los vuelve adictivos. Dicen que así era Lucky Luciano en la vida real. Lo que Walken seria en la ficción.
Lo mejor de Walken en The Saturday Night Live
De sus malos más memorables recuerdo el que hizo en “El funeral” y el de “El último hombre”. Dos actuaciones que parecen tan conmovedoras como las películas mismas. Porque no importa que tan crueles resulten sus criaturas cuando el telón cae un oscuro vacío queda colgando del aire.
Ya en su apojeo como actor, Steven Spielberg lo llamó para hacer el papel de Frank en “Atrápame si puedes”, junto a Leonardo Di Caprio. Este padre amoroso y de sentimientos complejos es lo que el filme necesitaba para transformarse en un clásico. Es su sonrisa perfecta, sus gestos mansos mientras alienta a su chico a seguir delinquiendo, es su temple y su ternura, lo que transforman al personaje en un ser humano contradictorio y verdadero, tal como son las cosas fuera del set.
Hace unos días vi el estreno en DVD de “Balls of fury”, una película cómica, en la que interpreta a un malo malísimo que organiza torneos de ping pong a muerte. La primera parte del filme se sustenta por otros carriles bastante entretenidos -la historia de un chico que pasa de ser un niño prodigio del ping pong a patético integrante de un varieté-. Pero cuando Walker entra en escena la película pega un brinco de varios metros.
Ahí lo tienen a Walker, luchando por su vida paleta en mano, disfrazado de Drácula y administrando un harem de...!esclavos sexuales!. Todo este segmento es una parodia al clásico “Operación Dragón” que inmortalizó a Bruce Lee. La película juega a presentarse como una superproducción bizarra que conserva elementos propios de la comedia americana más barata.
Una de sus últimas actuaciones en "Balls of fury"
Ultimamente la carrera de Walken ha comenzado a desarrollarse por otros carriles. Su pasión por la política lo tiene comprometido con miras a las elecciones del 2008. Actores vinculados al gobierno de los Estados Unidos: una fórmula bastante conocida en el país del norte.
En el sitio web www.walken2008.com puede leerse la siguiente oración: “Si usted quiere aprender a construir una casa, vaya y constrúyala, no le pregunte a nadie como hacerlo, sólo constrúyala”.
Es el pensamiento con el cual abre su candidatura presidencial. Y si, parece que ahora habla en serio.