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08 » Oct 2008 |
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El Conde Drácula, regresa |
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Dos versiones del famoso Conde Drácula: en la de la izquierda, Gary Oldman, para el film de Francis Ford Coppola. En la de la derecha, Christopher Lee, en "El Conde Drácula", de Jesus Franco.
Originalmente la triste historia del Conde Drácula se llamó “El no muerto”. La novela de Bram Stoker, tenía una gran cantidad de elementos narrativos poco interesantes que la posterioridad se encargó de corregir. Drácula no era un romántico, por cierto. Su sed de sangre carecía de elegancia. Y su personalidad, atormentada por la furia de los otros más que por su propia psicología, estaba amparada en la eficiencia de sus planes y propósitos: chupar y seguir “no viviendo”.
El Drácula de las películas es un ser mucho más interesante: un enamorado del amor que quiere reencontrarse con su amada, un monstruo con estilo. El Drácula de Stoker, tiene mucho más que ver con el de la serie “Vampiro”, una de las mejores de su tipo por cierto, que con la obra maestra de Francis Ford Coppola, y protagonizada por Gary Oldman.
Más de 100 años después de su aparición literaria (el libro no se ha dejado jamás de reimprimir desde entonces) el famoso Conde Drácula volverá a las andadas, esta vez de la mano de un bisnieto del escritor que le dio vida: Dacre Stoker.
La novela aparecerá en octubre del año que viene y se espera que incluso antes se tengan noticias de la película que, por supuesto, se filmará basada en el nuevo libro. Dacre jamás escribió un libro, de modo que queda esperar que haga su mejor esfuerzo y que resulte más menos digerible. No está solo en esta cruzada. Lo acompañará Ian Holt, un especialista en el vampiro y miembro de la Transylvanian Society of Dracula. Ambos han declarado a la prensa que en todo momento han sentido la presencia de un tercero mientras escribían: el abuelo Bram. Y uno no sabe si reir o llorar. Por lo pronto el dato resulta escalofriante.
Bram Sotker, para consuelo de su bisnieto, no atravesó la historia transfigurado en una pluma maravillosa. Su mayor contribución a la literatura fue el hecho de haber presentado en sociedad un personaje maligno que durante largos años fue parte del imaginario colectivo europeo. Su libro termina siendo un denso ya que se mantiene imperturbable en el formato espistolar y, aunque suene extraño, el Conde Drácula, no parece ser un enemigo de peso para el célebre cazador de vampiros, Van Helsing.
Un completo artículo en The Guardian
Una nota breve en el portal de Yahoo |
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27 » Sep 2008 |
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La leyenda del indomable |
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No importa qué tan grande fuera la mentira, el acto de cinismo, el engaño o el truco en escena, Paul Newman, podía enmascararlo detrás de una sonrisa. Su rostro perfecto era poseedor de un gesto por el que hubieran matado una colección de galanes modernos. Como James Dean, como Marlon Brando, como su compañero de andanzas, Robert Redford, Paul Newman, había nacido bello y talentoso.
El artículo completo
En otros diarios del mundo
The Guardian
El país
The New York Times |
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15 » Sep 2008 |
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La senda del perdedor |
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Mickey Rourke ha vuelto a protagonizar una gran película después de muchos años de ostracismo. En "The Wrestler" de Darren Aronofsky, interpreta a un luchador al que le quedan pocos motivos por vivir. Casi una representación de su atribulada existencia real. Este filme acaba de ganar el León de Oro en el Festival de Venecia, otorgado a la mejor película del sistema.
El artículo en "Río Negro" |
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12 » Sep 2008 |
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Mickey Rourke, el luchador regresa |
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Arriba saliendo del humo rojo, Mickey Rourke metido en su personaje y tal como se lo vió en el festival de Venecia
Su vida ha sido la película, sin cámaras ni guión preciso, de un hombre que nace perfecto pero que termina convirtiéndose en un monstruo. Un día, cuando Mickey Rourke ya no esté entre nosotros, un productor independiente le dará forma a ese libreto escrito en tinta invisible pero que espera su turno para la pantalla. Tal vez la bautice como su última película, “The Wrestler”, dirigida por Darren Aronofsky, y que hace unos días obtuvo el León de Oro en Venecia. Bueno en su caso podría denominarse: “The Wrestler: the real story”.
La historia de Aronofsky cuenta la vida de un luchador desgastado por el combate, quebrado económica y psicológicamente, y apartado de los suyos. ¿Alguna semejanza con la realidad?
"Puedo decir honestamente y ahora mismo que esta es la mejor jodida película que he hecho nunca," ha dicho Rourke y quizás no se equivoque.
Desde hace ya un tiempo Mickey Rourke viene interpretándose a sí mismo y esa puede considerarse la clave de su regreso. Ya se especula con que el personaje de Randy "The Ram" Robinson podría conducirlo por primera vez a obtener un Oscar. Aunque es un poco difícil imaginar a la industria premiando a quien, cuando supo tener éxito y dinero, fue uno de sus más descarnados críticos.
De los muchos aspectos interesantes que rodean a la figura de este actor, uno de los que más destaca, es que producto de sus constantes crisis mentales y su alocada forma de vivir, le han quedado huellas irreparables en el rostro. Rourke es la burda caricatura del galán que una vez fue. Un pedazo de bistec mojado, grasoso, como lo describió el crítico de cine inglés John Paterson.
Sin embargo, desde hace un tiempo ha logrado recurrir al núcleo de su humanidad, lo único que no ha sido corrompido por su ego devastado y devastador: su talento como artista.
Su participación primero en “Animal Factory” de Steve Buscemi, como un travesti hundido en lo profundo de una prisión, y luego su papel en “Sin City”, fueron señales de una notable recuperación actoral.
Habían pasado muchos años desde que Rourke había sellara su decadencia haciendo un bonus track de “Nueve semanas y media” en “Orquidea Salvaje”.
Hace unos años, cuando Rourke se las daba de boxeador, fui a la conferencia de prensa que dio en un hotel céntrico de Buenos Aires. Para mi, como para muchos otros seguidores de este actor, Mickey Rourke era el yuppie degeneradito de “Nueva semanas y media” y sobretodo, el genial “chico de la moto” de “La ley de la calle”.
Me llamaron la atención su onda, su elegancia al vestir y el susurro de su voz tal cual las películas. Por lo demás fue una conferencia lamentable por parte de los periodistas presentes. Pero el tipo era aun hijo de su propia magia y vestido de saco y corbata eludió preguntas tontas y dijo lo que quiso. Por la noche, según me contó alguien de la producción, perseguía chicas y buscaba roña en todos lados.
Años después la prensa del mundo lo descubrió deprimido y solitario, viviendo en un pequeño departamento en Miami. Como los boxeadores en la vida real, el actor lo había perdido todo. Excepto a su perrito “Lucky”.
Su rostro destrozado, sus manos heridas de tanto golpear las paredes, su pobreza creciente, lo hacían un personaje de novela “Bukowskiana”. Justo él que interpretó a Charles Bukowski en “Mariposas de la noche”.
Mantenía el ritual del gimnasio donde lo dejaban entrenar gracias debido a su pasada celebridad. Miami era volver a sus inicios, de allí salió siendo un don nadie, allí volvió en silencio.
El papel que ha encarnado en “The Wrestler”, le exigió una enorme concentración y fuerza de voluntad. Debió acrecetar su humanidad y someterse a la presión de interpretar a un perdedor de la vida. Un ser cansado de luchar pero un luchador al fin. Un auténtico Mickey Rourke. |
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10 » Sep 2008 |
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Juliette Binoche, sólo ella |
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Como los grandes actores y actrices de la historia del cine Juliette Binoche es incluso más que las películas que protagoniza. Ese es el verdadero motivo por el cual puede protagonizar cualquier cosa y salir bien parada. Fue la desfiguración de la belleza en “Les amants du Pont-Neuf”, dulce y digna en “Romance en Nueva York”, precisa en “El paciente inglés”, dulcemente cool en “Chocolate”, fantasmal en “Blue”. La lista continúa y en cada filme Juliette es producto de Juliette, con todo lo bueno que esto implica.
Del mismo modo en que Robert De Niro supera con creces los guiones que le ponen frente a sus narices, Juliette Binoche, ha comenzado a transitar la etapa en que toda película es una materia que la actriz francesa debe moldear a su modo. “No esperen nada de parte de un director”, dice en esta entrevista que realizó días atrás “The Guardian”.
Una entrevista en The Guardian (en inglés) |
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