Gustavo Nori /
Claudio Andrade Editores Responsables
17 » Oct 2008
Vuelven los lentos (13), hoy Top Gun
Referente de los 80. En VHS. Top Gun. Excelente combinación para una película que fue un éxito.
Un morocho para ellas. Y una rubia a partir para nosotros. Un final feliz. Como debe ser.
Y de fondo: Berlín. Con un tema escuchados por todos. Y sobretodo por ellas.
...y es amarte. Orlando Netti y este tema. Nunca me gustó. Tampoco la versión en inglés.
Pero las mujeres enloquecían. Y lo pidieron varias veces, como Federico y Yiyo.
Y como los sobrevivientes cumplimos acá va este clásico.
Los mejores lentos siempre fueron sinónimo de heavy metal. Y esta banda alemana no es la excepción a la regla. Scorpions supo como nadie hacer de los lentos verdaderos clásicos. Imposible elegir uno. Por eso te damos tres.
Un ícono de los 80. Winner de aquellos. Con dos perlas para este viernes.
Primero como intérprete de un temazo. Y después como actor de Ghost con una melodía difícil de olvidar. ¿Desencadenada, tal vez?
No pretendo quitarle romanticismo a este maravilloso tema. Pero en mis pagos, la frase, “I should have known better”, traía horribles reminiscencias idiomáticas. Una de ellas estaba referida al posible miembro viril de un bombero. Otra podría haber sido, dale bombero, dale valero, ahí te quiero, que buen sombrero, y siguen las firmas.
No sé que fue de la vida de Jim Diamond y su tropa. Esta canción lo reivindica de cualquier porquería que años después pudo haber compuesto. La historia del video es realmente conmovedora: el pibe que está en la consola anda en problemas con su mujer, y el cantante, pues, le da una mano con el tema. Una especie de toque mágico. Espaldarazo de amigote que entiende lo feo que es que tu mujer te deje por el panadero y se lleve a la nena porque vos no podés pagar el alquiler del departamento. Que me perdones, suplica Diamond, y luego el pibe de pelusa, pronunciación extraña (porque parece francés), pega un grito con el cual, imagino, más de una mujer se debe haber derretido.
Y más gritos y loco tendría que haberme dado cuenta de que las cosas andaban mal. Entretanto el ingeniero de sonido sigue lagrimeando su ruptura. Demasiados golpes bajos. Pero en esa época no nos importaba nada. Al final, la mujer y la nena regresan: perdimos el tren Steve, ¿tenés dos dólares para el cole?.
Ayyyyyyayayayayayayayayaaaaaayyyyyyaaaa